El incongruente (Ramón Gómez de la Serna)

 

Publicado por Taurus en diciembre de 1957. Número 42 de la colección El Club de la Sonrisa.

176 páginas (ADE).

Este original y fecundo escritor nació en Madrid, en 1888. Desde que a los quince años publicó su primer libro, titulado expresivamente Entrando en fuego, no ha dejado de mantenerse en la brecha con una asiduidad y un fervor incomparables: ha publicado más de ochenta libros y centenares de artículos, ha pronunciado innumerables conferencias, algunas de ellas en circunstancias y actitudes singulares. Por ejemplo, su charla a lomos de un elefante el día en que el Circo de Invierno de París dió una función en su honor, festejando el hecho de haberse publicado en francés su libro El circo, con prólogo de los famosos clowns Hermanos Fratellini; otra sobre “Los faroles”, pasando por su paradójica y espectacular disertación en lo alto de un trapecio. Por algo Ramón Gómez de la Serna figura entre los tres únicos extranjeros que pertenecen a la Academia Francesa del Humor de París. Todos sus libros rebasan los géneros retóricos establecidos y sólo admiten su inclusión dentro del género que el mismo autor ha creado: el “ramonismo”, y dentro de ese género El Incongruente es un ejemplo que figura en primer plano.

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El libro del misterio (Jacques Bergier y Georges H. Gallet)

 

Publicado por Plaza & Janés en noviembre de 1977 dentro de la colección Otros Mundos.

Título original: Le livre du mystere.

Traducción de Marisa Olivera.

228 páginas (ADE).

Civilizaciones perdidas - Herederos de la Atlántida - Misterios en la Luna - Mensaje de los extraterrestres - Monstruos o máquinas - Desapariciones inexplicables.

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Alguno de los casos relatados en este libro tienen cierto interés; otros son... verdaderamente delirantes.

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¡Qué gente! (Carlo Manzoni)

 

Publicado por Taurus en noviembre de 1958. Número 55 de la colección El Club de la Sonrisa.

Titulo original: Brava Gente.

Versión española: J. M.ª Sagone.

137 páginas (ADE).

Ninguna presentación mejor del libro que lo que otro humorista, Mosca, nos dice del autor: «De cuantos ejercen hoy en Italia la profesión de humoristas, Manzoni es el único, cándido y sin malicia, convencido de que no tiene «mundos» ni «pathos» en el corazón, y escribe sin pretensiones cuanto le viene a la cabeza. Escribe, sencillamente, con un estilo muy suyo en el que ciertas finuras y delicadezas son instintivas (Manzoni es célebre entre los amigos por no haber leído nunca nada), no fruto de estudio o de cultura, sino espontáneas expresiones de un espíritu naturalmente fino y refinado... De una sola cosa se lamenta: de que la bondad no sea comprendida y se la considere como debilidad: debilidad de la que se aprovecha ampliamente el prójimo sin escrúpulos ni remordimientos. Y se queja de ello a su manera: humildemente, feliz, en el fondo, de ser útil a los demás con su bondad; contento de ser el anónimo bienhechor de cuantos le rodean.»

Así es Manzoni y así es su obra; por eso termina con esta frase: «¡Oh, si todos fueran buenos como nosotros!» Como Manzoni, como tú y como yo, porque en el fondo todos somos muy buenos... Muy bien; entonces, ¿quién es el malo? Lee este libro y verás cómo nadie es malo. O si no quieres leerlo, contesta tú mismo a la pregunta.

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