viernes, 22 de febrero de 2019

Mis memorias (Miguel Mihura)


Publicado por Taurus en Agosto de 1957. Número extraordinario de la colección El Club de la Sonrisa. Primera edición, marzo de 1948.

“Todos mis viejos compañeros se fueron para siempre. Aquellas inolvidables tertulias en las que nos reuníamos artistas, literarios, pintores, cantantes, comediantes y tonadilleras dejaron de existir. Sólo quedo yo, viejo, harto de farsas, desengañado del mundo y sus placeres, hastiado de la vida y lacerado por hondas y terribles nostalgias, que me atormentan sin descanso. Para consolarme de esta soledad, para revivir de nuevo aquellos felices años de mi vida, cojo la pluma, la mojo en el tintero y empiezo a escribir con mano temblorosa “MIS MEMORIAS”. Y mientras escribo estas palabras, gruesas lágrimas ruedan de nuevo por mis mejillas. Y no es solamente la mano la que me tiembla. Es también el corazón. Porque con él estoy escribiendo.”

* * *

Pero éstas, claro está, no son unas memorias al uso. Son una colección de episodios disparatados, apócrifos, surrealistas, absurdos... Una verdadera apoteosis de humor codornicesco clásico. La obra de un auténtico genio.


Zora la pelirroja (Kurt Held)


Publicado por Destino en marzo de 1961. Número 196 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Die rote Zora und ihre bande.
Traducido del alemán por E. Donato Prunera.

Zora es la líder de una pandilla de huérfanos que se dedican a aplicar la justicia en la ciudad de Senj. Personaje principal es Branko, un niño que queda huérfano repentinamente y que, tras ser pillado por robo, es aprisionado. Branko consigue salir de su celda con la ayuda de Zora y su banda de huérfanos. Este grupo de malhechores son una especie de Robin Hood coral, pues hurtan a los ricos para ayudar a los necesitados. Finalmente, sus acciones hacen reflexionar a toda la ciudad, y los habitantes se dan cuenta que su propia desidia es la responsable de la decadencia del lugar en el que viven. Esta novela reúne los componentes de los niños traviesos pero valientes, y con más corazón del que pretenden aparentar. Además, es una crítica al ostracismo y a la marginación que muchas veces se produce en la sociedad.

Kurt Held (Kurt Kläber) nació en 1897 en el seno de una familia judía. Esto y su ideología comunista le apartaron de su país natal durante la Segunda Guerra Mundial. Kurt Held escribió para niños porque los consideraba las principales víctimas de los conflictos globales. Su habilidad para retratar niños valientes y de firme moralidad causa que su obra todavía sea digna de admiración hoy en día. Además de “Zora la pelirroja y su banda”, también es obligatorio destacar “El tamborilero de Faido”, “Matías y sus amigos” y la serie “Giuseppe y Maria”. Held falleció en Suiza, en el exilio, en 1959, como consecuencia de las secuelas de la fiebre tifoidea que había contraído en la Guerra Mundial.


Pasaporte a Magonia (Jacques Vallee)


Publicado por Plaza & Janés en mayo de 1972, dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Passport to Magonia.
Traducido del inglés por Antonio Ribera.

Este libro supone un intento por tender un puente entre una fantasía y un mito. No es una obra científica, y tampoco documental, pues no se pueden documentar los sueños de los niños entregados a sus juegos, ni los gritos de las mujeres quemadas vivas... Ya en nuestro tiempo —durante los últimos veinte años—, muchos habitantes de nuestro planeta han observado con frecuencia platillos volantes y han informado acerca de las características físicas, comportamiento psicológico y supuestos motivos de los ocupantes de dichas naves extraterrestres. Estas cuestiones, pues, constituyen el tema de «Pasaporte a Magonia». Magonia: un lugar donde las buenas gentes danzan con bellísimas hadas, lamentándose por el tosco e imperfecto mundo inferior.

* * *

Si el fenómeno de los Objetos Voladores no Identificados tiene alguna base real, me parece a mí que la única hipótesis capaz de explicarlo racionalmente es la hipótesis Magonia, ya que en definitiva ésta viene a concluir que el fenómeno no tiene explicación racional.


En el cielo no hay almejas (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en julio de 1959.

No. Álvaro de Laiglesia tiene razón. No hay almejas. En el cielo sólo hay almas grandes. Almas en aumentativo; almazas y almotas Quizá haya también, como mínimo, almas de tamaño normal. Pero es seguro que no habrá almitas ruines e insignificantes. Ni almillas deleznables. Ni mucho menos aquellas a las que pueda aplicarse el despectivo nombre de almejas. Porque para hacer el servicio militar en los ejércitos angélicos, hay que dar la talla espiritual. Y sólo los espíritus fuertes nobles y rectos, son admitidos en las filas celestiales. Los espiritejos debiluchos, hipócritas y rastreros se van al demonio.

Esta puede ser una versión del sugestivo título que hoy nos ofrece nuestro fenómeno del humor contemporáneo. Pero es posible que el lector descubra muchas versiones más. Porque el ingenio de Álvaro de Laiglesia es un diamante tallado en mil facetas, que lanza destellos multicolores en todas direcciones. Y a cada instante sorprende nuestros ojos con un nuevo chispazo, que hace olvidar el anterior y esperar con impaciencia el siguiente.

En el cielo no hay almejas es un delicioso conjunto de relatos breves, género en el que este humorista es maestro desde hace tiempo. A juicio del editor, este volumen supera en finura y agudeza a los anteriores. Lo cual es lógico, porque el talento del buen escritor se depura y gana profundidad a medida que avanza en su carrera. Y Álvaro de Laiglesia, pese a su carrera vertiginosa, jalonada de éxitos constantes, sigue teniendo la preocupación de mejorar sin pausa en su avance hacia la madurez. En cada nueva obra suya se observa un aumento de intensidad en la luz de su humor y un manejo más perfecto de su también luminoso lenguaje particular. Lo cual, dada la juventud de Álvaro y el ritmo incesante de su producción, hace suponer que escalará la cumbre más elevada del humorismo contemporáneo, Once libros en el séptimo lustro de su vida es un equipaje importante para llegar muy lejos. Así lo creen también sus lectores, cada día más numerosos. E incluso sus detractores, cada vez más escasos. Ser el escritor más leído de España es una gran responsabilidad, y por eso Álvaro de Laiglesia no defrauda nunca.


sábado, 16 de febrero de 2019

Difuntos bajo los almendros en flor (Baltasar Porcel)


Publicado por Destino en septiembre de 1972. Número 393 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Difunts sota els ametllers en flor.
Versión castellana del autor.

Baltasar Porcel nace en Andratx (Mallorca), en 1937. Residente en Barcelona, ha viajado por Europa, África, Oriente Medio y América. Pronto, a través de una brillante carrera, se convierte en uno de los primeros novelistas catalanes de hoy. En lengua castellana, su colaboración en la prensa —«Destino», «La Vanguardia»— alcanza una amplia audiencia, en especial con sus entrevistas, de ironía e incisión singulares.

Su obra novelística —de la que damos los títulos de sus versiones castellanas— consta de: «Los alacranes» (1970), «Solnegro», premio Ciudad de Palma (1971), «Los argonautas», premio Crítica catalana (1971) y «La luna y el velero» (1972).

«Difuntos bajo los almendros en flor», Premio Josep Pla y premio Crítica catalana, es un libro de gran belleza literaria, casi barroca, sensual, en el que una serie de personajes viven su personal aventura, pletórica y fugaz, basculando entre lo trágico y lo grotesco, la poesía y la crueldad, la ironía y la nostalgia. Como a contraluz, asistimos a la fulgurante sucesión de un microcosmos donde la fantasía distorsiona la realidad ofreciéndonos, en definitiva, una esforzada y derrotada imagen del hombre.

Dos años al pie del mástil (Richard Henry Dana)


Publicado por Espasa-Calpe en mayo de 1944. Número 429 de la colección Austral.
Título original: Two years before the mast.
Traducido del ingles por C. Rivas Cherif.

Hijo del literato norteamericano del mismo nombre, que fue el fundador de la revista “North American Review”, a la vez que autor de sentidos poemas y de investigaciones sobre Shakespeare, se sintió llamado hacia las descripciones del mar, quizá porque el más célebre poema de su padre, el “Bucanero”, se distinguió por las más bellas marinas. Nacido, como su padre, en Cambridge (Massachusetts), ve la luz en 1815.

Su primera obra y la que le hace célebre es la que hoy publica la colección Austral para esparcimiento y romántico viaje de sus lectores, pues convida a una aventura de ida y vuelta que dura dos años, en el bergantín “El Peregrino”, desde Boston a Boston, en lento recorrido por la costa oeste de Norteamérica, pasando por el cabo de Hornos. Escrito el relato en forma de diario íntimo, inicia el oír directo de una voz desde el castillo de proa. Emprendido el viaje por el joven estudiante para curarse una afección a la vista, relata todas las peripecias de la vida en el mar y a bordo de un barco mercante que vende cuantos productos lleva —licores, té, botas, algodón, joyas, porcelana china, hierro forjado inglés— en el mostrador de sobrecubierta y a la vista de todos los puertos en que va tocando. La sinceridad del diario y su aire de verdad son los elementos que dan más encanto a este libro que devuelve también la salud a los ojos de los lectores cansados por otras lecturas más áridas. El estudiante de Cambridge se orea a bordo del barco de vela, cuya vida cotidiana es descubierta en todos sus pormenores. Sólo un momento de tristeza embarga el relato, y es cuando la muerte hace su visita al barco, y vemos desaparecer en su bote solitario al que busca el puerto del más allá.

Ricardo Enrique Dana no abandonó la publicidad nunca, aunque se dedicó a la abogacía, escribiendo obras sobre derecho internacional marítimo y, entrando en las complicaciones de la política exterior, un libro sobre la unidad italiana. Enamorado de Italia por ese fondo de artista que heredó de su padre y que cultivó en él mismo, fue a morir en Roma el año 1882.


El Despiste Nacional. Primera antología 1952/1958 (Evaristo Acevedo)


Publicado por Editorial Magisterio Español en 1970. Número 80 de la colección Novelas y Cuentos.

Nacido en Madrid el 12 de febrero de 1915, Acevedo pertenece a la generación más afectada por la guerra civil. Tiene que interrumpir sus estudios universitarios y no deja el cuartel hasta 1942. Desorientado vocacionalmente, comienza a colaborar en diversos periódicos y revistas. Desde 1951 hasta la fecha [1970] viene escribiendo ininterrumpidamente “La cárcel de papel” y “La comisaría de papel”, de La Codorniz. En 1953 se hace cargo de una sección humorística diaria en el periódico Informaciones de Madrid, hasta 1960, en que pasa a formar parte de la redacción del diario madrileño Pueblo.

Ha publicado Los serenos duermen de noche (1945), Los ancianitos son una lata (1955), Enciclopedia del despiste nacional (1957), 49 españoles en pijama y 1 en camiseta (1959), Teoría e interpretación del humor español (1966) y Cartas a los celtíberos esposados (1969).

* * *

Guardo un gran cariño (y admiración) a Evaristo Acevedo. Estos libros, cargados de guasa e intención me hicieron mucha compañía en mi lejana -y a menudo solitaria- primera adolescencia (aunque alguno de sus punzantes comentarios no llegué a entenderlos hasta más adelante). Por eso, como modesto homenaje, me esforcé en hacer la mejor versión digital de que fui capaz.


La gallina de los huevos de plomo (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en mayo de 1951.

La publicación de un libro de Álvaro de Laiglesia es siempre un acontecimiento: 1.º, porque Álvaro de Laiglesia es el único humorista español que se consagra al humorismo con una tenacidad propia de héroe medieval sentenciado por propio voto a perpetua fidelidad a su dama; 2.º, porque La gallina de los huevos de plomo es una obra sólida, llena de substancia y —pese a lo del plomo— ligera y liviana como una pastilla contra el insomnio, y posee efectos terapéuticos análogos.

Álvaro de Laiglesia, como los escritores de pura cepa, cuanto más avanza en su camino de humorista, mejor escribe; como el buen vino en la bodega, va adquiriendo solera, aroma y grados.

sábado, 9 de febrero de 2019

Los santos imposibles (Juan G. Atienza)


Publicado por Plaza & Janés en julio de 1977, dentro de la colección Otros Mundos.

Un viaje apasionado por los caminos secundarios de la Historia. ¿Cuándo nacieron realmente los santos que venera el pueblo? ¿Quién santificó antes: el pueblo o Roma? ¿Por qué se convirtió la cera de las abejas en objeto imprescindible del culto cristiano?

Pájaros, momias, serpientes, atlantes: claves de reconocimiento para verdades prohibidas. Las tradiciones populares nos cuentan lo que la Historia no supo o no quiso revelar. Los mitos y los ritos constituyen la expresión de una necesidad colectiva, como la afirmación tácita de que hay algo tan real como desconocido.

Edición ilustrada.




El bosque de Ancines (Carlos Martínez Barbeito)


Publicado por Destino en marzo de 1966. Número 268 de la colección Áncora y Delfín.

El escritor coruñés Carlos Martínez Barbeito fue finalista del premio Nadal en dos ocasiones, una de ellas en 1944, con la novela El bosque de Ancines.

La novela cuenta una historia muy próxima al relato protagonizado por Manuel Blanco Romasanta, pero sin llegar a constituir una biografía novelada de la figura del hombre lobo que fue condenado por la muerte de varias personas en los bosques gallegos. El tal Romasanta manifestó en el juicio que, víctima de un maleficio que lo volvía lobo las noches de luna llena, había matado a trece personas a sangre fría, usando sus manos y dientes y comido posteriormente los restos. El juicio (conocido como la “causa contra el hombre lobo”) duró aproximadamente un año.

La novela fue llevada al cine por el director Pedro Olea en la película de 1968 titulada El bosque del lobo, cuyo guión fue escrito por el también coruñés José Antonio Porto.

La otra vez que Carlos Martínez Barbeito fue finalista del Nadal fue con su obra Las pasiones artificiales. Es autor también de Galicia, Pazos, torres y linajes de la provincia de La Coruña y El auto gallego. Fue, entre otras cosas, presidente de la Real Academia Gallega y jefe de programas culturales de TVE.


Vida del repelente niño Vicente (Rafael Azcona)


Publicado por Taurus en agosto de 1955. Número 1 de la colección El Club de la Sonrisa.

El repelente niño Vicente, personaje popularizado en las páginas de “La Codorniz”, se había ganado una biografía. ¿Quiénes eran sus papás? ¿Por qué extraños procedimientos llegaron a tener un hijo tan repelente? ¿Qué hizo Vicentito antes de transformarse en Vicente?

A todas estas preguntas y a otras muchas contesta este libro. Su autor, tocado con el severo birrete de la investigación, ha buceado en la historia familiar de su héroe, recogiendo datos que asomarán al lector a ese fabuloso mundo “vicentiano” que no puede reflejar en todas sus dimensiones las instantáneas que semanalmente ofrece “La Codorniz”.
La “Vida del repelente niño Vicente” es una biografía con todas las de la ley, pero en divertido. Arranca con el noviazgo de los papás de Vicente y se cierra con el ingreso de éste en el Bachillerato. Entre estos dos puntos se desarrolla el periplo vital de una tierna criaturita que no reparó en gastos a la hora de hacerse más serio que nadie. Vicente crece, Vicente comienza a hablar, Vicente comienza a andar —sí, el repugnante niño Vicente lo hizo todo al revés que los demás niños—, Vicente comienza a asquear a todo bicho viviente y Vicente desemboca en sus diez añitos casi a punto de dejarse la barba. El libro tiene también una parte iconográfica que nos muestra al biografiado en distintos momentos cruciales de su existencia, por ejemplo, en el de tomar el aceite de hígado de bacalao.

Todo esto y todo lo que aquí no se dice —¿para qué iba a comprar Vd. el libro si aquí se dijera todo lo que contiene?— lo sirve su autor, Rafael Azcona, emulsionado con su ágil estilo narrativo y con un afilado sentido del humor.

Rafael Azcona nace en Logroño el 24 de octubre de 1926, y desde muy temprana edad comienza a dar abundantes pruebas de no servir para nada útil. Acaso por esto a los quince añitos y aprovechando que una señorita rubia no le hace caso, Azcona comienza a escribir versos muy tristes. Afortunadamente para la primavera y todo eso, el pequeño vate comprende un día que es una bobadita rimar corazón con pasión y después de trasladar su residencia a Madrid en octubre del año 1951, se quita de poeta y se entrega al humorismo. Comienza a colaborar en “La Codorniz”, y en esta revista hace popular a su niño Vicente. Posteriormente trabaja en diversas publicaciones, escribiendo y dibujando siempre con la pretensión de “hacer risa”. En la actualidad colabora en “La Codorniz” y en el diario “Pueblo”, desempeñando secciones fijas. “El Club de la Sonrisa” cuenta entre sus obras en preparación con una novela que ahora escribe Azcona: “Los muertos no se tocan, nene”.


Sólo se mueren los tontos (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en enero de 1955.

Solo se mueren los tontos tiene como personaje principal a Rosita, una joven humilde que ha tenido que sufrir mucho en su corta vida para llegar donde está. El autor Álvaro de Laiglesia explora con Rosita muchas de las características cómicas que después utilizaría en su conocida obra Yo soy fulana de tal.

Divertida y ligera, esta obra refleja el humor de la popular revista La Codorniz, de la que el propio autor de Laiglesia fue director.

sábado, 2 de febrero de 2019

Víbora (Héctor Vázquez Azpiri)


Publicado por Destino en julio de 1956. Número 126 de la colección Áncora y Delfín.

Héctor Vázquez Azpiri nació en Oviedo, en el año 1931. Se trata, pues, de uno de los más jóvenes escritores con que cuentan hoy las letras españolas. Estudió el bachillerato en Gijón, y con posterioridad pasó a la Facultad de Filosofía y Letras, primero en Oviedo y luego en Madrid. Ha hecho crítica de arte y ha vivido una insólita experiencia: la de ser secuestrado, durante el verano de 1951, en Llanes. La aparición de Héctor Vázquez como novelista tiene un carácter resonante al llegar a finalista en el Premio Eugenio Nadal 1955, con su novela “Víbora”. Se advierte en seguida que se trata de una auténtica revelación literaria, pues es una obra que posee una marcada personalidad. “Víbora” centra el relato en unos tipos humanos de extraordinaria fuerza, y mantiene la tensión narrativa en forma admirable, a través de un estilo de gran modernidad y plástico atractivo. Obra dura, de situaciones violentas y personajes crueles, cuya acción se localiza en Méjico y en España.


Matar a una mujer no es nada fácil (Remedios Orad)


Publicado por Taurus en enero de 1956. Número 14 de la colección El Club de la Sonrisa.

“Matar o una mujer no es nada fácil” es la historia de Joaquín Morante, el hombre cuya mujer se ha escapado con un húngaro y a quien “las conveniencias” obligan a hacer un viaje en su persecución para matarla. Sin embargo, matar a una mujer no es nada fácil para un novato del crimen, especialmente si la mujer no coopera lo más mínimo y si, aparte de la falta de preparación criminal del protagonista, no surgieran otra clase de “serias” complicaciones.

La novela plantea las siguientes preguntas: ¿Se debe matar a la mujer que se escapa con un húngaro? Joaquín cree que no aunque acata la opinión de Higueruelo de Abajo. ¿Se debe matar al húngaro? El húngaro asegura formalmente que no. ¿Se debe matar a un húngaro pequeñito que no tiene nada que ver con el asunto? Un muerto pequeñito resulta más manejable que uno grande, pero pesa lo mismo sobre la conciencia.

Remedios Orad empieza su carrera de escritora con la frase: “El pa-pá de Pe-pe fu-ma en pi-pa.” Animada por el éxito de tan afortunados comienzos continúa escribiendo afanosamente. Alterna el Bachillerato con la colaboración en diversas revistas. Sus cuentos son muy ensalzados y sus asignaturas muy calabaceadas. Se alista en la lucha de los jóvenes autores teatrales y descubre que ser joven es un serio contratiempo porque todo el mundo opina que no importa hacerle la pascua a un joven porque para eso “tiene muchos años por delante”, y ella no cree que los tengan “para eso”. En 1953 obtiene el premio nacional “Calderón de la Barca” por su comedia humorística “¡Qué salvajes!” Poco después entra a formar parte del grupo de escogidos humoristas de “la Codorniz”. Mide 1,65. Es morena. Come de todo. Es bastante guapa.

* * *

Tengo dudas sobre la existencia de Remedios Orad.

Wikipedia afirma que es un seudónimo tras el que se oculta el humorista Jorge Llopis.

Sin embargo, la gran antología de "La Codorniz" de Melquíades Prieto y Julián Moreiro (EDAF 1998), que da cuenta de los seudónimos utilizados por los colaboradores de la revista, la presenta como un autor real; no obstante no publican ninguna foto suya. De esta manera y como Remedios Orad figura también en la relación de ganadores del premio “Calderón de la Barca”.

Los libros de esta autora publicados en El Club de la Sonrisa también la glosan como una persona real, mientras que en otros casos descubren quién está detrás de los seudónimos: Oscar Pin (Fernando Perdiguero), Baronesa Alberta (Mercedes Ballesteros), etc.

Así que... ¡quién sabe!

Libertad de risa (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en diciembre de 1963.

"Nuevo libro de Álvaro de Laiglesia que es decir nuevo alarde de ingenio, nueva serie de agudezas, nuevo condimento enriquecido con sal y pimienta diestramente sazonados.

El prólogo es un acertado rapapolvo contra los que, amparándose en tinieblas, rehuyen la crítica sensata, indispensable para que las actividades individuales o colectivas se mantengan en sus justos límites. En los diferentes relatos, el renombrado autor aborda temas diversos, a cual más sugestivo, y en todos ellos las expresiones jocosas y los rasgos irónicos se multiplican y esparcen, engalanando así la amenidad y conveniencia de los asuntos elegidos.

Libertad de risa no es uno de tantos libros, sino un valioso elemento más en la rica producción de Álvaro de Laiglesia, que con cada muestra de su prolífica inventiva contribuye al solaz de sus lectores, de día en día más numerosos."


Los humanoides (Aime Michel, Jacques Vallee y otros)


Publicado por Pomaire en 1967.
Título original: The humanoids.
Traducido del inglés por Antonio Ribera.

Han intervenido en la realización de este libro los más notables investigadores en el plano de los OVNIS, comúnmente llamados «Platillos Volantes». El resultado de esta colaboración es una luminosa síntesis de los más importantes casos de aterrizajes y contactos directos entre terrestres y extraterrestres. No hay duda de que es el problema del contacto el que más apasiona la opinión tanto de aficionados como de expertos. ¿Por qué no se muestran? ¿Por qué no intervienen de manera directa y obvia en los asuntos de nuestro sufriente planeta? ¿Por qué no desean «ellos» comunicarnos el fruto de sus experiencias técnicas y científicas? ¿Acaso no les interesamos? ¿O es que temen nuestra primitiva violencia? Muchas de estas interrogantes recibirán nueva luz con el aporte de este libro especialmente dedicado a las relaciones que hasta ahora se han producido entre ELLOS y NOSOTROS.