sábado, 27 de julio de 2019

El amor amargo (Octavio Aparicio López)


Publicado por Destino en septiembre de 1952. Número 72 de la colección Áncora y Delfín.
284 páginas (ADE).

Octavio Aparicio López nace en Almería el 6 de febrero de 1921. Reside luego en diversas ciudades de España y empieza a escribir en 1939 en “La Gaceta Regional”, de Salamanca. Cursa la carrera de Medicina, y ya en Madrid colabora en la prensa diaria de la capital y en numerosas revistas, así como en Radio Nacional de España. Su producción periodística es considerable, habiendo escrito y publicado, además, un centenar de cuentos y dos novelas, “Cosme” (1945) y “Al borde de la laguna” (1945-47), hoy agotadas. Pertenece al Instituto “Arnaldo de Vilanova” y tiene muy adelantada una “Historia del opio y la morfina”.

“El amor amargo” es la primera novela que Octavio Aparicio López publica con su nombre, prescindiendo de su habitual seudónimo “Tristán Yuste”. Fue presentada al último premio Nadal [1951] con el título de “Siendo imposible”, y alcanzó una elevada puntuación por su extraordinario sabor popular, su fuerza descriptiva y por su estilo neto y limpio al servicio de un contenido filológico de la más pura esencia literaria.


Delicia de mayo (H. E. Bates)


Publicado por Destino en enero de 1961. Número 194 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: The darlings buds of may.
Traducido del inglés por Rafael Vázquez Zamora.
117 páginas (ADE).

H. E. Bates nació en 1905. A los veintiún años publicó su primer libro, “Las dos hermanas”. En la actualidad disfruta de una extensa fama como novelista y ensayista. Ha escrito varios libros de narraciones cortas —algunas bajo el seudónimo “Flying Officer X”, pues durante la guerra mundial fue comisionado por la R. A. F.— y en sus relatos aparece a menudo la India y Burma. Sus éxitos en Gran Bretaña y América han impulsado la traducción de sus obras a dieciséis idiomas.

“Delicia de mayo” es una novela muy original, sugestiva crónica de la familia Larkin, cuya pasión consiste en comer, beber, amar, evitar los impuestos y ser fiel a su singular código moral; es decir, enfrentarse con la vida con el máximo ímpetu y sin pensar en el futuro. Son personajes mordaces y espontáneos, y su disparatado sentido de la vida —que se burla de las reglas y restricciones sociales— inunda la novela con un delicioso hálito de primavera.

Te quiero, bestia (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en agosto de 1960.
157 páginas (ADE).

El editor confiesa que aún le dura la risa que le produjo la lectura de esta obra. TE QUIERO, BESTIA es probablemente el libro más divertido de Álvaro de Laiglesia. Las novelitas que lo componen, tanto por sus argumentos como por las ingeniosidades que contienen, forman un conjunto digno de pasar en bloque a todas las antologías. El mismo título está lleno de ternura. Al decir TE QUIERO, BESTIA, Álvaro de Laiglesia expresa el profundo cariño que siente por todos los animales que constituyen en el mundo la mejor compañía del hombre. Desde los bichos domésticos hasta las fieras, las bestias participan siempre de algún modo en nuestra vida. Ese pájaro que se tiene en una jaula, ese león que vimos en el Parque Zoológico, ese gato que solaza a nuestra tía, ese perro que nos acompaña cuando vamos a cazar… todos esos animales, en cierto modo, son personajes secundarios en la película de la vida, y bien merecen pasar por una vez a un primer plano.

Es lo que hace Álvaro de Laiglesia en este libro delicioso: saca a primer plano a todos esos compañeros irracionales que tiene la humanidad para no sentirse tan sola en el planeta. Desde la primera historia, titulada “La muela del juicio final”, pasando por “Dos pájaros en el balcón”, “El perro errante”, etc., todo este libro está lleno de humor valiente, tierno y simpatiquísimo.

Cada nueva narración de Álvaro de Laiglesia es una superación de las anteriores. No es otra la razón de que, al publicarse TE QUIERO, BESTIA, podamos asegurar sin propasarnos que aparece la mas reciente obra del humorista español preferido del público.

* * *

Este de Álvaro de Laiglesia es el primer libro de adultos que leí. Lo tenía mi abuela en su casa y como me hizo gracia la portada, se lo pedí prestado. Después de un debate entre mis padres y mi abuela sobre la idoneidad del libro para un niño chico como yo (supongo que tendría 10 años o así), mi abuela convenció a mis padres, y me fuí a casa con el libro bajo el brazo. Algunas cosas se me escaparon claro, pero recuerdo que me reí a carcajadas con estas historias (gracias abuela África).


sábado, 20 de julio de 2019

La tasca de Tipsy (Rafael Castellano)


Publicado por Taurus en mayo de 1959. Número 61 de la colección El Club de la Sonrisa.
148 páginas (ADE).

Fiel a la clásica definición sthendaliana, el autor aprovecha para ver reflejada la vida el espejo del anaquel de un bar. En este caso no es el espejo el que busca a los personajes, sino los personajes los que van a reflejarse en él, atraídos por el “matarratas” que despachan en el bar donde se acoda el narrador de las historias que componen este libro. Sentado en su alto taburete, abúlico hasta el punto de no confesar jamás su nombre, está este testigo impertérrito, recibiendo los chismes que van a caer en su regazo, pero sin que él se moleste lo más mínimo en buscarlos.

Paño de lágrimas de baja estofa, preocupado únicamente con averiguar los ganadores de las carreras del siguiente día, este hombre sin nombre, inclusero literario, traduce al lenguaje vulgar los sufrimientos y alegrías ajenas, sin sentir por unos o por otras excesiva compasión ni excesivo desdén. Él escucha por pura indolencia tan sólo, puesto que le resulta más cómodo escuchar las historias ajenas que el levantarse, coger la puerta y arribar al puerto alcohólico de otro mostrador que le acoja en su barra.

Ahora una advertencia: Si usted es hombre precavido, de esos que leen la solapa antes de comprar el libro, no crea que ha de encontrar en estas páginas florilegios de lenguaje. Salvo la ortografía, que el autor ha procurado respetar, el resto no tiene el diablo por dónde cogerlo: la sintaxis es mala; el estilo, pedestre, barriobajero.

Y no cabe en este caso la excusa de la pura coincidencia, porque el autor lo ha hecho con toda deliberación.

Perdónenle, aunque sabe lo que se hace.


El chico (Mercedes Ballesteros)


Publicado por Destino en junio de 1967. Número 284 de la colección Áncora y Delfín.
137 páginas (ADE).

Mercedes Ballesteros nació en Madrid. Cursó la carrera de Filosofía y Letras. Ha estrenado varias comedias, una de las cuales, “Las mariposas cantan”, obtuvo el Premio “Tina Gascó”. Las novelas y los libros de humor constituyen la base de la obra literaria de Mercedes Ballesteros, firmada en ocasiones con el seudónimo de “Baronesa Alberta”. Entre sus títulos destacan “Así es la vida”, “Eclipse de tierra” —premio “Novela del Sábado”, libro traducido al inglés y al alemán—, “Este mundo”, “La cometa y el eco”, “Verano”, etc. También ha obtenido premios de periodismo y cuentos. En esta misma colección, Mercedes Ballesteros ha publicado “Taller”, “Mi hermano y yo por esos mundos”, y “La sed”. El presente volumen nos ofrece dos novelas cortas, “El chico” y “Eclipse de tierra”, en los cuales se aprecian las extraordinarias dotes de observación de la autora y su fina sensibilidad al tratar el tema de los niños.

El secreto de Santa Vittoria (Robert Crichton)


Publicado por Destino en noviembre de 1967. Número 292 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: The secret of Santa Vittoria.
Traducido del inglés por Rafael Vázquez Zamora.
383 páginas (ADE).

«El secreto de Santa Vittoria» es una novela en la que se funden, con la mayor amenidad, lo cómico y lo dramático. En sus páginas están presentes la guerra y el amor, la risa y la intriga. Se habla de valor y cobardía. Y vemos cómo los hombres se crecen extraordinariamente en circunstancias excepcionales.
Desde tiempos inmemoriales el pueblecito de Santa Vittoria se dedica a hacer el denso vino tinto que le da fama y es su medio de vida. Cuando los ejércitos aliados avanzan por el Sur —durante la última Guerra Mundial—, los alemanes enviaron una fuerza de ocupación para apoderarse del tesoro del pueblo: un millón y medio de botellas de vino.

En ese momento de supremo peligro surge un jefe, Bombolini, el apayasado tabernero que, en secreto, estudia a Maquiavelo. Tras él se unifica el pueblo aunando sus energías y recursos para vencer por el ingenio al invasor. Poco a poco la lucha se centra en dos hombres, el capitán nazi Von Prum —hombre obsesionado por un concepto inhumano del honor— y Bombolini —cuya virtud es un respeto total por la vida humana.

En todos sus niveles, «El secreto de Santa Vittoria» es una novela de extraordinario interés y apasionante lectura. En ella lo cómico encubre una profunda compasión; y la animación de los incidentes que abundan en sus páginas refleja el conflicto entre el impulso de destrucción y el de afirmar la dignidad fundamental del hombre.


Pasaporte a la eternidad (James G. Ballard)


Publicado por Minotauro en 1978.
Título original: Passport to eternity.
Traducido del inglés por Carlos Gardini.
154 páginas (ADE).

Pasaporte a la eternidad completa junto con Bilenio, El hombre imposible, Las voces del tiempo y Playa terminal, ya publicados en esta colección, y algunas de las historias de Vermillion Sands (1971), el ciclo de cuentos que Ballard escribiera entre 1956 y 1964, y que corresponden al llamado "primer período" del autor. En estos cuentos se muestra de muy diversas formas "el hecho principal del siglo veinte: el concepto del futuro ilimitado". Pero al optimismo cómplice de la sociedad contemporánea, Ballard opone la erosión del paisaje y de los materiales en desuso, escenarios desiertos y estériles, edificios vacíos, máquinas herrumbradas, fallas estructurales en el espacio y en el tiempo. Lo fantástico nace hoy junto con la realidad externa, como componente de la vida cotidiana, y las imágenes tecnológicas y psicosomáticas a veces en el espacio interior como fósiles irreductibles del futuro.

James Graham Ballard nació en Shangai de padres ingleses el 18 de noviembre de 1930; en 1946 es repatriado a Inglaterra luego de haber pasado tres años en un campo de concentración japonés. Ha escrito entre otros libros: El viento de ninguna parte (1962), El mundo sumergido (1962), La sequía (1965), El mundo de cristal (1966), La exhibición de atrocidades (1967), Crash (1973), La isla de cemento (1974), High-Rise (1975), Low-flying aircraft (1976).




sábado, 13 de julio de 2019

La ruta (Manuel V. Peña)


Publicado por Destino en febrero de 1959. Número 158 de la colección Áncora y Delfín.
216 páginas (ADE).

Manuel V. Peña nació en Santiago de Compostela, en cuya Universidad se licenció en Medicina. Premiado varias veces por sus trabajos de investigación, algunos de gran resonancia. Ha vivido, durante unos años en distintos países de Hispanoamérica. Publicó “La vida entre la muerte y la tumba” (Germen, Portugal), primer ensayo de cierta envergadura. Su “Semblanza apasionada de Galicia” fue reproducida por numerosas publicaciones de España y América. Sus ensayos sobre arte y artículos han visto la luz en distintos países y pasan del centenar. Ahora vive en La Coruña, a la que describe en “La ruta”, relato que quedó brillantemente clasificado en el Premio Eugenio Nadal 1957.

Nada se ha escrito en España sobre la vida de los puertos pesqueros que tenga un interés tan apasionante como “La ruta”. Manuel V. Peña ha compuesto un brillante retablo en el cual, los tipos que por él desfilan, el ambiente que los envuelve y el brillante colorido, otorgan a esta novela sobre la gente que vive dedicada al negocio del pescado, singulares calidades literarias.


Angelica (Frank Thiess)


Publicado por Destino en octubre de 1943. Número 15 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Angelika Ten Swaart.
Traducido del alemán por Jaime Bofill Ferro.
97 páginas (ADE).

Frank Thiess nació en Uexkull, provincia báltica de Livlandia, en 1890. Se doctoró en filosofía y letras en las Universidades de Berlín y Tubingen. Después de la guerra del 14 se dio a conocer con unos apuntes del frente que publicó un gran periódico berlinés. Pero su verdadera vocación no era el periodismo. Fue en la novela donde pudo darnos toda la medida de su talento. Sus obras han sido publicadas hasta la fecha en inglés, italiano, sueco, finlandés, holandés y húngaro.

“Angélica”, que hoy podemos ofrecer al público español, significó la definitiva conquista de un público que después ha seguido la producción de este autor con interés creciente. En este maravilloso y breve relato admiramos a la vez un arte exquisito y una profunda y lúcida penetración psicológica. Es la historia de un matrimonio, en la que nos sumergimos creyendo encontrar una novela de amor y, sin darnos cuenta, participamos en una excursión a las más sombrías y misteriosas regiones del alma. La crítica literaria, muy acertadamente, ha calificado esta obra diciendo: “Ningún otro de los libros de Frank Thiess es hasta tal punto música hecha palabras”. Una novela representativa de un autor de todos los tiempos.


Se prohíbe llorar (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en diciembre de 1953.
286 páginas (ADE).

«El humor —dice Álvaro de Laiglesia— no consiste solamente en hacer reír, sino en hacer sentir alegremente». A tan atinada definición se ajustan las sabrosas historias que componen este libro, escrito con donaire y dotado de auténtica gracia y vario y ameno contenido: desde la aguda y fulminante respuesta a diversas consultas, hasta la novela corta salpicada de rasgos irónicos y de situaciones verdaderamente cómicas.

Sobradamente conocido es Álvaro de la Laiglesia para intentar ahora presentarle. Entre los jóvenes escritores contemporáneos campea su innegable personalidad, que su acertada dirección de «La Codorniz» ha hecho más señera. Desde que a los catorce años publicó sus primeros artículos, su labor periodística no se ha interrumpido. Con ella, y triunfalmente también, ha alternado otras actividades literarias, habiendo estrenado bastantes comedias y publicado, antes de éste, tres libros: «Un náufrago en la sopa», «El baúl de los cadáveres» y «La gallina de los huevos de plomo».

Puede decirse, sin incurrir en exageraciones, que en Se prohíbe llorar el autor supera su labor anterior y cumple plenamente el objetivo de su carrera literaria: «que usted, lector, lo pase bien».

sábado, 6 de julio de 2019

Producciones García S.A. (Edgar Neville)


Publicado por Taurus en diciembre de 1956. Número 23 de la colección El Club de la Sonrisa.
69 páginas (ADE).

Edgar Neville, sin sensacionalismos ni críticas airadas, con una ironía fina, abierta, como quien no quiere la cosa, va dejando caer pequeñas pinceladas, de apariencia inofensiva, que terminan por dibujarnos la verdadera fisonomía del cine español visto por y desde dentro.

El argumento es sencillísimo: La firma Producciones García S.A., está rodando una película montada sobre un guión improvisado a medida y en relación con los metros de película que se van gastando y, sobre todo, con los que quedan, sobre un presupuesto inexistente, sobre una serie de lugares comunes cacareados como genuina y típicamente españoles: gitanos, toreros, cante, etc., sobre un cuadro de actores improvisados y una dirección muy por debajo de su visión; sobre un equipo de material técnico “apañado” que falla en los momentos más críticos, sobre una criminal conspiración entre un falso sentido comercial y los gustos del público. En medio de este cuadro lamentable, con fuerte olor a miseria en todos los órdenes, aparece el ricacho extremeño que quiere invertir en la producción de películas un respetable capital procedente de la venta de unos olivares. Producciones García S.A., cree ver el cielo abierto a base de una inteligente explotación de la buena fe y de la ignorancia del extremeño; pero pronto se dan cuenta de que, además y antes que dinero, lo que trae es un bloque cerrado de ideas fijas contra las que nada pueden los cálculos de los dirigentes de la Productora que se hunde: quiere pagar “su película”, y llega a descubrirse que lo que quiere es “La vida es sueño”, que él vió representada una vez que vino a Madrid. Lo despachan para Badajoz con un “rollo” absurdo. Cuando Producciones García S.A. está liquidando los muebles para repartir unos reales entre el personal, llegan noticias de que el estreno ha sido un éxito y que el extremeño pone a disposición de la empresa todo el dinero que necesite para seguir produciendo. El horizonte se abre, pero dos de los valores más calificados de la Empresa se van al campo porque les floreció el amor en medio de la ruina; volverán un día para hacer cine del bueno.

Lo mismo que en La familia Mínguez, Edgar Neville ha logrado combinar un fino sentido del humor con la crítica aguda de una realidad concreta, de una actualidad evidente. Al lector le toca únicamente sonreír; puede también meditar, si lo cree oportuno; por nuestra parte, se lo aconsejamos.


Un poco locos francamente (Juan Bonet)


Publicado por Destino en abril de 1957. Número 176 de la colección Áncora y Delfín.
108 páginas (ADE).

Juan Bonet nació en Palma de Mallorca, en 1917. El año 1956 ganó el Premio de periodismo “Miguel de los Santos Oliver”, y ha obtenido también un premio de dibujo. De entre sus obras destaca “El discutido indiscutible”, un ensayo muy inteligente sobre el malhumor español, y la trilogía en catalán “Els nins”, “Els homes” y “Les dones”.

Con su novela “Un poco locos, francamente” obtuvo el Premio “Ciudad de Palma” en 1957. En el prólogo de este relato, Juan Bonet “pide perdón a todos por haber escrito, en nuestro tiempo —tan estúpido y amargo como cualquier tiempo pasado—, un libro, en apariencia, tan frívolo como éste”. En apariencia, en efecto, porque esta novela —veinticuatro horas de la vida de un hotel de Palma de Mallorca y de los personajes que lo pueblan en mitad del cálido verano— cautiva inmediatamente por su amenísimo humor, por su brillante desenfado, pero en cada página alienta esta palpitante humanidad que es propia de los mejores y más profundos humoristas.


La odisea del Ulysses (Alistair MacLean)


Publicado por Destino en enero de 1962. Número 214 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: H. M. S. Ulysses.
Traducido del ingles por Rafael Vázquez Zamora.
306 páginas (ADE).

Mac Lean ingresó en la Royal Navy en 1941, cuando tenía dieciocho años. Posee una gran experiencia de la guerra en el mar.

«La odisea del Ulysses» es la increíble pero verídica historia del buque de este nombre, cuya tripulación se había amotinado, y al cual el Almirantazgo encargó que dirigiera la protección de un gigantesco convoy que iba de Halifax, Canadá, hasta el puerto ruso de Murmansk, en el Ártico. Tal misión suponía prácticamente una sentencia de muerte. Mac Lean, testigo excepcional, describe en su libro unos sucesos de impresionante dramatismo. No sólo las incidencias propiamente bélicas, sino la intolerable dureza de las circunstancias en que se realizó la expedición, entre las cuales destaca la temperatura de 40 grados bajo cero. Los protagonistas de este infernal viaje son presentados con un relieve de humanidad apasionante, y entre tanta crueldad destaca la figura del oficial de navegación, que lleva una «J» dibujada en su pecho. Esta inicial de un nombre femenino recuerda, en el cuadro de horror del Ulysses, la existencia de un amor elegante y compartido. No debe sorprender que «La odisea del Ulysses», que es al mismo tiempo una acusación y un homenaje, haya obtenido un éxito de resonancia mundial.

Volantes de la muerte (Robert Daley)


Publicado por Bruguera en abril de 1962.
Título original: Cars at speed.
Traducido del ingles por Jaime Piñeiro.
292 páginas (ADE).

Una crónica impresionante del mundo de los Grandes Premios, de los hombres que diseñan, construyen y tripulan los coches de carreras, de la propia “vida” de los rugientes bólidos.

Un libro que transmite íntegra la emoción del deporte más violento, más ruidoso, más fascinante, más bello y más cruel.

Le Mans, Reims, Silverstone, Portugal, Monza, Sebring, Argentina, Montecarlo, Zandvoort, Bélgica, Nürburgring, Mil Millas, Targa Florio: nombres que evocan, hermanados, el triunfo y la tragedia.

* * *

Cuando yo era niño, 10 o 12 años, una de mis tías me regaló este libro. No sé de dónde lo sacaría ni por qué podría imaginarse que a mí me pudieran interesar entonces las carreras de bólidos (no me interesaban realmente). Sin embargó, ¡acertó! Este libro me fascinó. El relato del valor, el peligro y la violencia de aquellas antiguas batallas de los pilotos contra sus bólidos, contra carreteras inhóspitas, contra las adversidades atmosféricas, era embriagador...