sábado, 24 de noviembre de 2018

El diamante (John Meade Falkner)


Publicado por Destino en septiembre de 1953. Número 90 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Moonfleet.
Traducido del inglés por Rafael Vázquez Zamora.

John Meade Falkner, nacido en 1858, se educó en Marlborough y en el Hertford College de Oxford, donde se graduó en historia moderna en 1882. Al salir de la Universidad se empleó en Newcastle-on-Tyne como tutor de los hijos de Sir Andrew Noble, la figura más destacada de la importante firma Armstrong Whitworth. En 1915 es gerente de esta compañía, hasta 1920. En esta época fue a vivir a Durham, donde pudo satisfacer su antigua vocación por la historia y las antigüedades. Durante los últimos años de su vida vivió frecuentemente en Bath; murió en 1932.

Su fama como novelista se debe a tres magníficos libros: “The Lost Stradivarius” (1895), “Moonfleet” (1898) y “The Nebuly Cost” (1903), y también escribió manuales de las regiones inglesas del Berkshire y Oxfordshire.

Aunque Falkner pasó gran parte de su vida en el norte de Inglaterra, su corazón estaba realmente en el sur, concretamente en Dorset, donde se sitúa la acción de “El diamante” (“Moonfleet”). En esta singular novela hay, junto a la estupenda aventura a que se lanza un muchacho por un diamante, un lirismo y un aliento mágico tan maravilloso que hacen de esta obra un libro único en nuestro tiempo.

* * *

Hay una versión cinematográfica de 1955, Los contrabandistas de Moonfleet, dirigida por Fritz Lang.

Más allá de tus narices (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en enero de 1958.

Las glosas de los libros de Álvaro son pomposas y desmesuradas, como era él mismo. Véase.

«Más allá de tus narices», lector, verás en este libro un escenario. Y en él, dentro de pocos instantes, van a representarse (sin más descanso que los que tú desees) cuatro deliciosas comedias. La ventaja del teatro leído sobre el representado es notoria: el espectador que lee, puede detener la acción a su capricho y retroceder cuando se le antoje para paladear de nuevo una escena regocijante o una frase feliz.

A petición del público, Álvaro de Laiglesia ha recogido en este volumen sus obras más significativas pertenecientes a un género que él cultiva con gran acierto: el teatro humorístico. Porque Álvaro de Laiglesia es nuestro humorista actual más completo, y su pluma ha entrado con éxito en todos los campos de la creación literaria: la novela, el cuento, la conferencia, el discurso, la emisión radiofónica, el ensayo, la entrevista polémica, el periodismo, la comedia, el espectáculo musical...

Después de nueve libros que rezuman gracia en todas sus páginas, este nuevo monstruo de la Naturaleza dedica el décimo a una selección de su mejor producción teatral. Sus fieles lectores, que desean tener agrupadas en esta colección todas sus numerosas y variadas obras, nos pedían un tomo que contuviese sus comedias fundamentales representadas con éxito en los escenarios españoles y europeos.

He aquí ese tomo, en el que figura un cuarteto de piezas teatrales realmente antológicas. Álvaro de Laiglesia ha colaborado en algunas ocasiones con dos grandes maestros en el arte de la «carpintería» teatral: Miguel Mihura y Juan Vaszary. La firma de Álvaro de Laiglesia ha aparecido a veces unida a la de estos magníficos autores, de los que aprendió en su juventud la difícil técnica de hacer teatro. Y este magisterio llena de orgullo a Álvaro de Laiglesia, porque no hay nada que prestigie tanto a un discípulo como haber estudiado con los mejores profesores.

He aquí un extracto de las autocríticas publicadas por el autor poco antes del estreno de las obras contenidas en este volumen:

«En Amor sin pasaporte sólo se pretende matar un rato de ocio que usted tenga, procurando que el asesinato resulte divertido. El juguete cómico busca sólo la diversión de quien lo ve. Es un juguete para adultos que ya pasaron la edad de jugar, pero que siguen teniendo edad de reír. Porque la risa es el juguete supremo que Dios ha dado al hombre para que se entretenga en la antesala del mundo mientras espera ser recibido en la eternidad.»

«En El escándalo del alma desnuda la risa no surge por el fácil resorte del chiste, sino por la fuerza de la situación que plantea. Esta obra tiene en el fondo su pequeña tesis, porque es reglamentario que todos los frutos lleven dentro su semilla. Pero se mastica sin sentir. Y, como en la uva, la dulzura del fruto cubre el insignificante amargor de la pepita.»

«El drama de la familia invisible es una comedia que podría ocurrir en cualquier ciudad del mundo. Sus personajes son gente que no tendría ningún interés si no fuera por un drama que surge de pronto al margen de sus vidas. Ni siquiera son ellos los protagonistas de la acción dramática. Perciben solamente su eco distante y fragmentario: una frase incompleta, un sollozo apagado, un caparazón de langosta que cae el suelo...»

«El caso de la mujer asesinadita, contrariamente a lo que ustedes pueden suponer a juzgar por el título y por las primeras escenas de la obra, no sólo es una comedia seria, atrevida y emocionante, sino que muy bien hubiera podido ser una comedia melodramática, si nosotros no lo hubiéramos impedido tomando las cosas un poco a broma...»

Antes de iniciar la lectura de este libro Álvaro de Laiglesia se despide de usted, lector, con esta frase certera que resume el simpático objetivo que él persigue en toda su labor: «Que usted lo pase bien». Nada más. Y nada menos.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Pepe (Rafael Castellano)


Publicado por Taurus en mayo de 1955. Número 3 de la colección El Club de la Sonrisa.

“A pesar de toda su buena voluntad, a Rafael Castellano le es imposible nacer antes del 1 de junio de 1907. Por esta razón, al asomarse a la vida literaria, se encuentra ya escrito el “Quijote”, “La Historia de la Vida del Buscón” y “Os Maías”. Asimismo, aprovechándose de que ha nacido tres lustros antes, se le adelanta Aldous Huxley a escribir “Point counter point”, pisándole así su mejor argumento. Desengañado de la literatura, se pasa Castellano al área del cálculo infinitesimal. Pero se aburre como un berebere en las aulas de la Universidad y busca su evasión escribiendo artículos de humor, que publica en el diario “El Sol”.

Esta primera experiencia periodística le sirve para darse cuenta de que la pluma es un instrumento que no sirve para comer. Entonces, provisto de brújula y taquímetro, se echa al campo a topografiar. Es así como, en la agreste Oretana, conoce al tío Gediondo, a Gelipi y al Endelencio. Cierto día es cazado en lo alto de un otero por Álvaro de Laiglesia, que le arrastra a “La Codorniz”. Allí, convertido en el trabajador más vago del mundo, escribe artículo tras artículo, aunque adora valles y collados.

Rafael Castellano no ha terminado las carreras de Ciencias, ni la de Filosofía y Letras ni la de Derecho. Es reumático.

“Pepe” es una novela con interferencias. Más justo hubiera sido decir con “interludios”, ya que, entre capítulo y capítulo, el autor deja descansar a su personaje, dialoga con él y discute la marcha del argumento.

Como la novela no daba las páginas precisas, se la ha rellenado con un capítulo que sobró de otra publicación de aventuras, cuyo nombre se ignora, lo mismo que el de su autor. Aparecen en él un tío, un sobrino y un tal conde Basilio, que no se sabe de dónde vienen ni a dónde van. Por fortuna para el lector, pueden dejarse de leer estas páginas sin perder por ello el hilo argumental.

Tiene esta novela tres desenlaces distintos, a fin de que el lector elija el que más le gusta. Con esto se evita el molesto destripamiento para ver si el relato termina bien, mal o regular.

Por esta obra le ha sido concedido al Autor el Premio Internacional de Novela “Legión de Humor” 1955.”

* * *

“Pepe” tiene un formato muy gamberro: entre otras cosas un capítulo “anulado”, con un texto en rojo como marca de agua. Lo he traducido en la versión digital usando un bitmap para background. Algunos lectores (como mi viejo INVES, que se cuelga) no son capaces de mostrarlo. En cambio en el iPad y en el emulador de Kindle para PC se ve perfectamente. Supongo que pueden leerlo bien aquellos dispositivos que soportan el estandard ePub 3.0.

Por tanto, y para los dispositivos sencillitos, hay una versión adicional, sin background.


El coloso (Hubert von Breisky)


Publicado por Destino en abril de 1963. Número 237 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Der Koloss.
Traducido del alemán por E. Donato Prunera.

“Hubert von Breisky, salzburgués, doctorado en derecho por la Universidad de Viena, antes de empezar a escribir fue diplomático en las capitales europeas, plantador, cazador, ganadero, patrón de embarcaciones con tripulación negra en África, y viajero en Ceilán, el Himalaya, Turquía y Etiopía.

Carecería de sentido presentar un seco esquema de la acción de la novela “El coloso”, pues ello equivaldría a servir un esqueleto en vez de un manjar jugoso. Una europea desesperada busca en África una nueva patria y se pierde en el continente donde se habla aún con los espíritus, donde existen todavía dioses vivos, donde organiza asesinatos el tribunal secreto del Mau-Mau y donde se encuentran en lucha las avanzadas de Oriente y Occidente. En el curso de una cacería, en la tierra montañosa del Cimani-Mani, las pasiones de los personajes de la narración alcanzan su cima más alta y les conducen a la catástrofe o a la solución final. “El coloso” es una emocionante novela del continente donde se halla el futuro de Europa.”

sábado, 10 de noviembre de 2018

Tongo (Enrique Nácher)


Publicada por Destino en julio de 1963. Número 239 de la colección Áncora y Delfín.

“Enrique Nácher —nacido en Las Palmas, médico de profesión— se ha venido dedicando desde años a las tareas literarias con éxito cada vez mayor. Se reveló en el Premio Eugenio Nadal 1949, en el que su novela “Buhardilla” quedó clasificada en tercer lugar. Desde entonces numerosos galardones literarios han ido jalonando su brillante carrera —Ondas, Valencia, Pérez Galdós con “Guanche”, Sinergia...

La acción de la novela que ahora nos ofrece Nácher se desarrolla en los cuadriláteros de boxeo, deporte que implica un clima de dramatismo y acción violenta. Bajo la luz de quirófano, enardecidos por un público ávido de emociones y ciegamente enloquecidos en su desmesurado afán de victoria, se mueven unos personajes que luchan constantemente entre la vida y la muerte. Nácher ha conseguido con “Tongo” plasmar toda la tensión de una atmósfera que consigue anular por completo los más elementales sentimientos humanos.”

Pequeño planeta (Antonio Mingote)


Publicado por Taurus en 1957.

Antonio Mingote nació en 1919, en Sitges y en seguida comprendió que aquél era precisamente el sitio que él habría elegido para nacer, lo que le causo la natural alegría. Durante sus veintisiete primeros años estuvo entrenándose para dibujar en los periódicos. En 1946 empezó a publicar en “La Codorniz” los chistes de la pareja enlutada y tiernamente macabra que viven en su castillo con huesos, cadenas y pequeñas margaritas blancas.

Como “dibujando no se puede decir todo lo que se le ocurre a uno”, poco después publicó una novela, “Las palmeras de cartón” donde el humorismo y la poesía nutren ciento y pico de páginas inolvidables.

Desde hace tres o cuatro años (en 1957, ojo) publica un “mono” diario en ABC, alternando la nota de actualidad con el chiste y con el dibujo de puro humor.

Ha publicado una gran “Historia de la gente”, obra de consulta para quienes desean consultar lo divertida que es la historia de cada cual.

Es fundador y director de la revista “Don José”.

Entre los proyectos de Antonio Mingote figuran los de comprarse un caballo y hacer veinte o treinta libros tan buenos como los que ha hecho hasta ahora.

En este “Pequeño planeta” figuran los dibujos preferidos por su autor.


sábado, 3 de noviembre de 2018

La casa de nuestra madre (Julian Gloag)


Publicada por Destino en agosto de 1968. Número 313 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Our Mother’s House.
Traducida del inglés por Rafael Vázquez Zamora.

"En una casa suburbana de Londres viven siete niños. La madre acaba de morir. Nunca han visto a su padre. Solitarios, aterrados por su orfandad, los chicos entierran a su madre en el jardín y construyen un tabernáculo sobre la tumba. Para protegerse del mundo exterior fingen que ella está enferma y encerrada en su habitación.

Desde que toman su decisión, los niños están como sitiados. Del exterior les amenazan los adultos, curiosos unos, otros queriendo ayudar. Dentro de casa, el peligro de sus propias disensiones. Esos conflictos entre los niños y su extremada lucha para mantener en secreto la muerte de su madre son los vivos temas de la novela de Julian Gloag.

Estos niños son inolvidables: Elsa, de trece años, muy sensata, que empieza asumiendo el «mando»; Dunstan, de diez años, muy serio, que impone a los otros su tiranía llevado por su fanático cariño a la madre; Hubert, el cual se da cuenta de que están fracasando y busca la ayuda de los adultos; Diana, que ayuda a Dunstan a mantener la autoridad; y los más pequeños, Jiminee, Gerty y Willy, los cuales captan la tensión que divide a sus hermanos mayores y apenas entienden que la madre ha muerto...

«La casa de nuestra madre» es una novela intensa, brillante y conmovedora."


Los misteriosos platillos volantes (Aime Michel)


Publicado por Pomaire en 1963.
Título original: Mysterieux Objects Celestes.
Traducido del francés por Ximena Garcés de Arteche.

¿Locura colectiva? ¿Alucinaciones? ¿Máquinas pertenecientes a una de las grandes potencias? ¿O naves extraterrestres que vigilan meticulosamente el desarrollo de nuestro planeta? Aimé Michel, una de las mayores autoridades en la materia, comunica en este libro el resultado de sus investigaciones. Las increíbles proezas de los Platillos Volantes han preocupado a sabios eminentes y a organismos oficiales de los principales países del mundo. Tanto las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos como las de Francia y otros países, mantienen Oficinas de Investigación dedicadas a los Platillos Volantes; sus resultados son mantenidos en el más estricto secreto. Se ha interrogado, en Francia solamente, a más de medio millón de testigos oculares, y la Academia de Medicina de París ha destacado un grupo de científicos para que estudie este sorprendente problema. También ha existido una fuerte oposición acerca de la realidad de estos fenómenos. Muchos organismos oficiales, sabios, público en general, prefieren negar tajantemente la existencia de los Platillos Volantes, alegando que ellos son cuentos fantásticos. Convendría que recordaran estos espíritus de precipitado escepticismo que a fines del pasado siglo un sabio de la Sorbona probaba, sin lugar a réplicas, que los aviones, jamás llegarían a volar por ser ellos más pesados que el aire. La frase de Teilhard de Chardin, sin embargo, puede bien simbolizar la actitud del ser humano alerta: «Sólo lo fantástico tiene posibilidades de llegar a ser verdad».