sábado, 31 de agosto de 2019

¡Nene, caca! (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en abril de 1969.
160 páginas (ADE).

En la variada y regocijante gama que esmalta los títulos de los libros de Álvaro de Laiglesia faltaba uno de evocación escatológica. La presente obra nos lo aporta, y mediante una frase muy familiar, repetida generación tras generación por cuantas personas han tratado y tratan con pequeños. El autor, en un prólogo que no tiene desperdicio, justifica con su peculiar donaire la razón del prohibitivo título. “La vida está llena de manos autoritarias que nos dan fuertes cachetes —nos dice— cuando nos aproximamos a los temas intocables.”

Al hábil y sabroso prólogo siguen siete novelas cortas, género en que Álvaro de Laiglesia es maestro indiscutible. El interés con que se acoge toda producción suya es la prueba más evidente.
Sería difícil clasificar por méritos las divertidas narraciones que integran la obra; en ellas hay diferencias sensibles que aquilatan su variedad, en ellas se abarcan todos los registros. Pero todas ofrecen rasgos comunes: ironía, gracejo, intención, sutilidad, destreza, dotes que descuellan inconfundibles en cada una de las páginas del genial humorista.


Al pie de la ciudad (Manuel Mejía Vallejo)


Publicado por Destino en febrero de 1972. Número 362 de la colección Áncora y Delfín.
195 páginas (ADE).

Manuel Mejía Vallejo nació en Jericó (Antioquía) en 1923. Tras sus estudios visitó los países centroamericanos y allí obtuvo sus primeros triunfos literarios, al tiempo que iniciaba su colaboración en los periódicos más importantes de estos países. Su obra “El día señalado” fue galardonada con el premio Eugenio Nadal 1963.

Como una herida abierta que la rodea, allí bulle el suburbio. Ciudad y suburbio laten con ritmos diferentes pero en un mismo pulso: el del hombre. Y de aquí el problema de una sociedad desgarrada cuyas dos partes duelen al rozarse. Una varia galería de personajes —urbanos y suburbanos— se rebullen en las páginas de “Al pie de la ciudad” inmersos en su brega cotidiana por la vida. Mejor: por la subsistencia. El niño de la cabra, el padre, las vidas sin norte del doctor Arenas, de Luicho, del director de “El Público”, Amalia, el reportero, la Bruja, el inválido y el ciego, Martina, los perros sin dueño, el Viejo..., envueltos en sus afanes y desdichas, sus quimeras y realidades, su batallar sin descanso. La tragedia de sus vivires está suavemente matizada de lirismo en esta obra de Mejía Vallejo; el camino calculado y calculante de los unos (camino sin llegada), el camino sin caminos de los otros (con solo un respirar sin futuros). Soñar hacia atrás o hacia delante, pero soñar amargo. ¿Acaso no es un mal sueño la vida en los Barrancos? ¿Acaso no es un mal sueño la vida en la ciudad?

La salamandra (José Jiménez Lozano)


Publicado por Destino en noviembre de 1973. Número 415 de la colección Áncora y Delfín.
111 páginas (ADE).

«La salamandra» es un diálogo o conversación de dos ancianos —hombres del pueblo ambos— que, en un asilo donde ocasionalmente se encuentran, rememoran sus vidas, zarandeadas profundamente por el acontecer político-social y religioso de los últimos sesenta años de vida española. Uno de ellos —el abuelo Damián, el protagonista— ha intervenido incluso de manera activa en esos acontecimientos, y ahora pasa por el desmoronamiento total de su personalidad y de sus antiguos principios hasta el límite de la locura, como creen los demás, aunque él piensa, por el contrario, que ha hallado el hondón de la vida, atravesando sus agitadas aguas —niñez en los tiempos de la Restauración; adolescencia y juventud, dedicado a la lucha anticlerical; madurez en la guerra y postguerra civil; vejez en la sociedad de consumo—, y ha encontrado la verdad como si hubiera agotado el pozo de la existencia y hubiera visto lo último: una salamandra, indestructible, como querían las antiguas leyendas, y nada agradable o hasta horrorosa de ver, como lo es la verdad a veces.

El libro concluye con una inquietante pregunta: ¿acabará la atmósfera banal y banalizadora de hoy, aliada con nuestro natural pavor ante los problemas —que sin embargo son los que nos definen como hombres al enfrentarlos—, por reducirnos a la inconsciencia, a la pura vida vegetativa y animal, por convertirnos en ovejas contentas de serlo sin más preocupaciones ni ambición? Porque hay quienes están llenos de terror y prefieren meter la cabeza bajo las alas para no ver la verdad, la salamandra.



Lo mejor de la ciencia-ficción española (Domingo Santos recopilador)


Publicado por Martínez-Roca en 1982. Número 75 de la colección Superficción.
317 páginas (ADE).

Domingo Santos, conocido especialista en ciencia ficción y autor de "Gabriel", quizá la mejor novela del género en lengua castellana, nos ofrece en esta antología una muestra muy representativa de lo más importante que ha dado hasta hoy la ciencia ficción española, tanto en autores como en obras.

* * *

¡Anda que no ha corrido por ahí este libro, desde su primera aparición hace ya unos cuantos años en la desaparecida página "Vagos"!


sábado, 24 de agosto de 2019

Sede vacante (Eduardo García)


Publicado por Destino en 1975. Número 454 de la colección Áncora y Delfín.
186 páginas (ADE).

Eduardo García se alza como una de las más sugestivas revelaciones de la novelística española de los últimos tiempos, aserto que el lector podrá comprobar tras la lectura de «Sede vacante», novela en la que el autor emprende un ensayo o una aproximación al contestatarismo de raíz católica. Un contestatarismo que aspira a nutrirse urgentemente de las auténticas esencias cristianas, a las que Eduardo García considera ausentes en la trayectoria social de una parte del clero. Su crítica, hecha desde dentro, y con un amor desbordante que se nos contagia y emociona, es tan valiente y sutil como limpia. La circunstancia, inspirada en un hecho real acontecido en Inglaterra, pudo darse en cualquier otra latitud: de ahí su universalidad, y de ahí también el valor intemporal de su denuncia.

Nuestro novelista, nacido en Campos del Río (Murcia), es un cuarentón que sólo desde 1967 se decidió a escribir. Anteriormente había laborado, en un plano de promoción cultural, en las selvas americanas: es un infatigable viajero cuyas ansias de nuevos paisajes le llevó a deambular largamente por tierras de la Península y luego por Italia, Francia y Bélgica. Hoy reside en Arcos de la Frontera (Cádiz).

Su estilo, o ausencia de estilo, consiste esencialmente en la claridad, la sencillez y la transparencia. Con una poderosa voz llora y grita ante tanto dolor, tanta injusticia y tanto fariseísmo.



El baúl de los cadáveres (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en octubre de 1948.
508 páginas (ADE).

Todas las tretas del ingenio, todos los ardides del buen humor, toda la gama de la broma de buen gusto, todas las agudezas del espíritu, todas las galas de una imaginación fecunda y vivaz, todos los resortes de la ironía, todos los matices de la intención hallan cabida en este BAÚL, repertorio de historias regocijantes, de narraciones burlescas, de chispeante derroche de una inspiración ágil y espléndida.

Las ricas dotes humorísticas de Álvaro de Laiglesia resplandecen constantemente en este libro, cada una de cuyas páginas es una exuberante y afortunada lección de gracia fluida, una alegre y buida muestra de visión caricaturesca que llega al fondo de los temas tratados, una múltiple y variada sucesión de ingeniosidades de la mejor ley.



Desierto de niebla y cenizas (Joan Trigo)


Publicado por Martínez Roca en 1978. Número 34 de la colección Superficción.
143 páginas (ADE).

Si un superviviente de los atlantes o de los mayas, milagrosamente conservado vivo, fuera descubierto en nuestros días, ¿sería capaz de hacernos comprender las causas de la desaparición de su raza? ¿Podría hacernos ver que seguimos su mismo camino de autodestrucción?

A estas preguntas y a la posibilidad de comunicación entre dos civilizaciones separadas por el tiempo, trata de responder JOAN TRIGO, ingeniero industrial, que en esta su primera novela se revela como un extraordinario narrador capaz de mantener la atención en vilo con su personal estilo que unas veces recuerda a Joyce y otras a Lovecraft, por su angustioso y obsesionante suspense.


Amar en Madrid (Francisco Umbral)


Publicado por Destino en enero de 1977. Número 501 de la colección Áncora y Delfín.
212 páginas (ADE).

«Nazco en Madrid, Ribera de Curtidores, y hago día a día, viviendo, escribiendo, amando en Madrid, muriendo en Madrid, periodísticamente, el libro de mi ciudad, mi libro de la ciudad.» Tal vez esas palabras del prólogo nos ayuden a comprender la temática y la finalidad de la presente obra.

En «Amar en Madrid» Francisco Umbral reúne una serie de artículos muy variados escritos con gran talento estilístico y un lenguaje ágil, directo y mordaz. La obra se divide en cinco partes; al tiempo que efectúa algunas evocaciones nostálgicas del Madrid castizo y nos presenta actitudes y sucesos de la vida cotidiana de aquella urbe, el autor se enfrenta y denuncia abiertamente sus problemas actuales. Dedica asimismo dos apartados para la descripción de personajes castizos y pintorescos que dan paso a una exposición del mundo exquisito de la dolce vita y la gauche divina. A lo largo de la obra quedan demostradas, una vez más, las cualidades de Francisco Umbral que se sitúa en uno de los primeros lugares de la narrativa española.

sábado, 17 de agosto de 2019

El pobre seductor (Remedios Orad)


Publicado por Taurus en mayo de 1959. Número 62 de la colección El Club de la Sonrisa.
112 páginas (ADE).

Como en “Matar a una mujer no es nada fácil”, publicada en esta misma colección, Remedios Orad nos presenta, con el más fino humor, el drama de un hombre.

Guillermo Larra, el protagonista de “El pobre seductor”, se encuentra de la noche a la mañana en posesión de uno de esos niños que —según él— “no vienen a cuento”; esos niños que las protagonistas de los folletines suelen abandonar en un portal una oscura noche de invierno, para que sean recogidos por la marquesa de turno.

Pero Guillermo, que se enfrenta con los mismos inconvenientes que “la pobre joven”, no tiene ni mantoncillo, ni ninguna de sus ventajas. En primer lugar, él sabe que si se deja un niño en un portal, es más fácil que lo pisen que no que lo recojan; sabe además que ser pisado no es nada sano, y sabe que un hombre no debe llorar, aunque no sabe por qué, que es lo que más rabia le da.

Tratando de arreglar su situación a “El pobre seductor” le llueven toda clase de complicaciones y, para colmo, se enamora de una misteriosa mujer y conoce a un americano.

¿Se pueden abandonar los niños por teléfono? ¿Encontrará Guillermo una madre para esa criatura tan inconveniente? ¿Encontrará un pedrito? ¿Conseguirá el amor de la misteriosa Carolina? ¿Qué es más útil: saber quién es su padre de uno o quién descubrió los cuerpos isótopos?

¡Ah!


Los guerreros (José Asenjo Sedano)


Publicado por Destino en octubre de 1970. Número 351 de la colección Áncora y Delfín.
121 páginas (ADE).

José Asenjo Sedano nació en Guadix. Se licenció en Derecho por la Universidad de Granada, ciudad donde se da a conocer como escritor colaborando en «Ideal», periódico en el que, desde hace un año, viene publicando unas «Crónicas de Andalucía la Baja», crónicas de carácter literario con las que pretende dar una visión poética de Andalucía.

En Guadix, con su mole anclada en una heroica época inmemorial de honor y de guerra, se sitúa el escenario de «Los guerreros». Allí, entre la Catedral y la torre de la Alcazaba como vigías, se levantan las casas de los Espinosa y los Fonseca (los Montesco y Capuleto de nuestra historia) que polarizan el discurrir diario de la ciudad por su odio secular y su mutua intransigencia: «el amor estaba muerto dentro de aquellos muros y sólo había odio por todas partes». Frente a ellos, como si la Historia diese un paso atrás y fuese un eco lejano de las luchas medievales entre moros y cristianos, surge todo un mundo de adolescentes, de muchachos que libran sus batallas actuales en las afueras de la ciudad, con sus jinetes y sus infantes, sus vencedores y sus vencidos, y también sus moros y sus cristianos. Pero por encima de todo, y siempre presente a lo largo de toda la novela, fluye el halo poético de un encendido amor adolescente, de una bella y patética historia amorosa, en constante antagonismo con la incomprensión y mezquindad del mundo adulto.

Mientras, el tiempo sigue su camino demoledor y la ciudad empieza a salirse por fuera de las murallas.


Al señor, con cariño (E. R. Braithwaite)


Publicado por Destino en abril de 1967. Número 283 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: To sir, with love.
Traducido del inglés por Rafael Vázquez Zamora.
197 páginas (ADE).

E. R. Braithwaite nació en la Guayana inglesa. Hombre inteligente y cultivado, prestó servicios como piloto de la R.A.F. durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la contienda, por ser negro, no encuentra colocación en aquel Londres que se reconstruye y necesita hombres capacitados como él. Tras largos meses de búsquedas y desilusiones, se le ofrece una plaza de maestro en el East End, uno de los barrios más pobres de la capital inglesa.

«A señor, con cariño» nos ofrece, pues, una doble vertiente de la experiencia personal del autor: la pugna silenciosa, pero efectiva, de una sociedad que no acepta de hecho la igualdad racial; y el abandono, no menos doloroso, en que se deja a los niños de los suburbios. Con estilo llano, sin excesivas preocupaciones esteticistas, nos presenta la vida de la escuela en que ejerce de profesor, la problemática académica y familiar que plantean aquellos muchachos indisciplinados, fruto de la incultura, de la delincuencia y promiscuidad.

La evolución en el comportamiento de los alumnos, consecuencia de la dedicación y entrega del profesor, nos sumerge en uno de los más acuciantes y complejos temas que tiene hoy planteada la sociedad: la educación.



domingo, 11 de agosto de 2019

La honorable jira campestre (Thomas Raucat)



Publicado por Destino en marzo de 1943. Número 9 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: L’honorable partie de campagne.
Traducido del francés por Rosa Granés.
184 páginas (ADE).

Thomas Raucat, representante de una casa comercial francesa en Tokio, tuvo ocasión de conocer a fondo las costumbres y peculiaridades de la vida popular japonesa. Producto de su estancia en aquel país, tan favorable a la leyenda y a la fantasía, es su bella novela «La honorable jira campestre», que a raíz de su publicación fué considerada por la mejor crítica francesa como una de las interpretaciones más originales y sugestivas del Extremo Oriente. El día de campo de una serie de personajes de las más varias condiciones, constituye el pretexto de agudas observaciones sobre el carácter de una civilización tan distinta de la nuestra. Contraste pintoresco entre la vida moderna y un fondo ancestral que permanece inalterable a través de todas las vicisitudes. La anécdota es aquí elocuente, siempre significativa; la reacción del autor, muy occidental, tiende con frecuencia a la caricatura y a la sátira. Pero hay un fondo innegable de simpatía humana en el relato alegre, bullicioso, de las incidencias de la jocosa partida. Thomas Raucat extiende sobre su maliciosa y picante ironía, un velo de ternura que poetiza las amables aventuras de todos los personajes.

* * *

He encontrado la imagen original de la edición de Destino. Sustituyo el libro.


Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo (Miguel Delibes)


Publicado por Destino en enero de 1977. Número 499 de la colección Áncora y Delfín.
141 páginas (ADE).

Miguel Delibes es uno de los mejores autores de las letras castellanas. Su fama se la dio La sombra del ciprés es alargada, que obtuvo el premio Eugenio Nadal 1947. A partir de entonces su obra literaria ha tenido gran acogida y ha alternado dicha actividad con la docencia y el periodismo.

Miguel Delibes es también un gran aficionado a la caza y sobre ésta ha escrito algunas obras. Recordemos, por ejemplo, Diario de un cazador y Con la escopeta al hombro. En esta ocasión presentamos al lector un libro escrito a modo de agenda y que relata una serie de experiencias cinegéticas a lo largo de tres años, entre 1971 y 1974, por las tierras de Castilla la Vieja. La obra es rica en detalles y observaciones. El lector para quien la caza sea una actividad desconocida hallará una gran fuente de información y tal vez logre descubrir su verdadero sentido y erradicar de su mente la exclusiva imagen de brutalidad. El cazador, por su parte, podrá rememorar algunas escenas vividas personalmente y, en suma, pasará gratos momentos con su lectura.


Tierra cachonda (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en octubre de 1977.
187 páginas (ADE)

Esta colección de breves relatos allana todo tipo de moradas: recorre desde los antros más sórdidos a los más exquisitos ambientes para penetrar en la idiosincrasia de numerosos personajes. De todos los temas extrae el autor su aspecto humorístico. Los entresijos de la política, las miserias y las grandezas del sexo son tratados cada vez con un margen más amplio de atrevimiento. Ofrece así Álvaro de Laiglesia un mayor caudal de matices. El sarcasmo crudo alterna con la fina ironía; el trazo cáustico deja paso en ocasiones a la nota emotiva. En todas las páginas de este libro abunda la sorpresa, unas veces como sucesión animada de ingeniosidades, otras como conclusión de un plan argumental hábilmente estudiado.

Con la maestría que lo caracteriza, Álvaro de Laiglesia sabe dar en esta obra profundidad y agudeza a su humor sin perder para nada la soltura y agilidad peculiares de su estilo.


sábado, 3 de agosto de 2019

Los ancianitos son una lata (Evaristo Acevedo)


Publicado por Taurus en mayo de 1955. Número 2 de la colección El Club de la Sonrisa.
174 páginas (ADE).

Fernando Arrieta llega a Nueva York en plan de turista, pues no siempre van a ser los americanos los que lleguen a España en este plan. Allí, conoce a Bárbara Fulton, dueña del gigantesco hotel donde él se hospeda. Bárbara le echa una bronca, porque Fernando apenas tiene apetito y, con su conducta, quita el apetito a los demás. Fernando piensa que si acude a un médico americano, éste, mediante análisis y radiografías, descubrirá el material de que están hechos los españoles. Y por patriotismo, prefiere morir sin asistencia facultativa, antes que ser traidor a su patria. Conmovida, Bárbara se enamora de él. Y le lleva a un médico español, que descubre que Fernando está a punto de morir, víctima de «el colapso de jubilado». ¿Logrará curarse Fernando? ¿Se casará con Bárbara, cinco veces divorciada? Los ancianitos son una lata contesta a estas preguntas a través de sorprendentes e hilarantes aventuras.

La otra gente (Álvaro Cunqueiro)


Publicado por Destino en mayo de 1975. Número 470 de la colección Áncora y Delfín.
146 páginas (ADE).

Este libro de Álvaro Cunqueiro puede decirse que es el más “cunqueiriano” de todos los libros del autor de “Un hombre que se parecía a Orestes” (Premio Eugenio Nadal 1968). “La otra gente” son retratos, imaginarios pero también reales, de la gente creadora, mágica, curadora y espiritual de su Finisterre, la lejana Galicia asomada al Océano. Sus personajes, cada uno escruta una parcela del misterio del mundo, a su manera, y al final, sumándolos todos, tenemos, quizás, el más veraz de los retratos del hombre gallego; retratos no “localistas”, ni folklóricos, sino con la intención de predicar de la condición humana, con sus universales apetitos: el oro, la eterna juventud, el saber de las relaciones secretas de las cosas. Creemos que el lector de Cunqueiro encontrará en estas páginas su humor y su capacidad de narrador llevada a un grado máximo, y recordará la peripecia de muchos de estos personajes fantásticos, que viven el misterio de la vida, de sus vidas, con vivacidad.


Subir a por aire (George Orwell)


Publicado por Destino en enero de 1972. Número 395 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Coming up for air.
Traducido del inglés por Ester Donato.
242 páginas (ADE).

George Bowling, el protagonista de Subir a por aire, es un agente de seguros de mediana edad que vive en una típica casa suburbana inglesa con su esposa y sus dos hijos. Un día, al estrenar su nueva dentadura postiza, siente la necesidad de “subir a por aire”. Con diecisiete libras que ha ganado en una carrera, decide tomarse unas vacaciones lejos de su familia para visitar Lower Binfield, el pueblo donde creció, y el estanque donde solía pescar carpas treinta años atrás. Pero se halla con que el estanque ha desaparecido, el pueblo le resulta irreconocible y el principal acontecimiento de sus vacaciones es un bombardeo accidental por las fuerzas de la RAF. El relato, cómico y corrosivo a la vez, de las peripecias del protagonista, permite a Orwell ofrecernos también una nostálgica visión de las costumbres inglesas desde 1893 (año en que nació Bowling) hasta 1938, cuando ya estaba cercano el espectro de la Segunda Guerra Mundial.

George Orwell (1903-1950), seudónimo de Eric Blair, tras haber ostentado algunos cargos en la Policía Imperial de la India se dedicó exclusivamente a la literatura y al periodismo. Ya en sus primeras obras se hace patente una marcada orientación crítica y satírica, como en Sin blanca en Paris y Londres y La marca. Tomó parte en la guerra civil española al lado de las milicias republicanas, fruto de cuya experiencia es su obra Homenaje a Cataluña. Cabe destacar, asimismo, Rebelión en granja, sátira contra los regímenes totalitarios, y 1984, alucinante visión de un mundo del futuro dividido en tres grandes estados totalitarios.


Puente mental (Joe Haldeman)


Publicado por Edhasa en 1979. Número 34 de la colección Nebulae (Segunda Época)
Título original: Mindbridge.
Traducido del inglés por Carlos Gardini.
191 páginas (ADE).

Jacques Le Favre vive en el extraordinario mundo del futuro. Pionero de la colonización interestelar, co-descubridor de una criatura extraña capaz de operar como eslabón psíquico, ha de enfrentarse ahora, ya viejo y desilusionado, con una raza de belleza angélica pero que amenaza la existencia misma de la especie humana. Haldeman desarrolla este tema, casi tradicional en el género, en una estructura narrativa absolutamente nueva.

Joe Haldeman nació en Estados Unidos. Fue combatiente veterano en la guerra de Vietnam, y vive en la ciudad de Iowa.