miércoles, 31 de julio de 2024

El misterio de las catedrales (Fulcanelli)

 

Publicado por Plaza & Janés en diciembre de 1967, dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Le mystere des cathedrales.
Traducción de J. Ferrer Aleu.
250 páginas (ADE).

«Un libro extraño y admirable. Manifiesta una sabiduría extraordinaria y conocemos a más de un hombre de elevado espíritu que venera el nombre legendario de Fulcanelli.» (L. Pauwels y J. Bergier en El retorno de los brujos.)

«La persona que se ocultó, o se oculta aún, tras el nombre de Fulcanelli, es el más célebre y único alquimista verdadero de este siglo en que el átomo es rey.» (Initiation et Science.)

Edición Ilustrada.

sábado, 20 de julio de 2024

Las cuatro vidas del doctor Cucalón (Santiago Lorén)

 

Publicado por Planeta en octubre de 1954.
196 páginas (ADE).

A pesar del escaso tiempo transcurrido desde «Una casa con goteras», Premio Editorial Planeta 1953, hasta Las cuatro vidas del doctor Cucalón, la más reciente novela de Santiago Lorén, hay una distancia considerable, que el autor ha salvado limpiamente mejorando y superando su labor.

Los reprimidos sentimientos, la sofrenada existencia, la vida no vivida del doctor Cucalón, son causas determinantes de que su exuberancia se derrame y se prodigue, y se refleje más tarde, por los diferentes caminos de las vidas de sus hijos, de las que la suya llega a ser espiritual trasunto.

Con audaz propósito, plenamente logrado, Santiago Lorén ha urdido la trama de su novela, en la que la más sutil ironía y el más acerado rasgo de ingenio casan admirablemente con la levedad melancólica, emocionante a veces, que matiza la interesante narración.

domingo, 7 de julio de 2024

La niña de Aimogasta (Juan Antonio Espinosa)

 

Publicado por Destino en mayo de 1955. Número 111 de la colección Áncora y Delfín.
276 páginas (ADE).

Juan Antonio Espinosa es uno de los escritores españoles de hoy de más firme personalidad humana y literaria. Nacido en Granada, pronto se domicilió en Bilbao, donde cursó estudios en la Escuela Náutica. Allí se hizo marinero, una de las profundas vocaciones de Espinosa. Como capitán de la marina mercante ha tomado el pulso, durante once intensos viajes, a todos los mares y continentes, enriqueciéndose con una experiencia que se manifiesta brillantemente en su obra literaria. Retirado de la navegación, se desarrolla en Juan Antonio Espinosa la vocación periodística, hasta que se dedica a la novela. “Zubeldia” y “Amorrortu” —ésta Premio Ciudad de Barcelona— son dos obras de gran aliento narrativo, a las que sigue ahora “La niña de Aimogasta”. Se trata de una novela construida con una perfección excepcional, en la que se relata la historia de un gran amor en el ambiente refinado y lujoso de millonarios y hombres de negocios de Buenos Aires, y que constituye un vivo reflejo de la sociedad criolla.