Publicado por Planeta en mayo de 1969.
392 páginas (ADE).
Nacido en Santander, en 1914, Manuel Pombo Angulo cursó la carrera de Medicina en Valladolid, donde se licenció con premio extraordinario. En 1942, su vocación literaria le llevó a desempeñar la corresponsalía en Berlín de los diarios Ya y La Vanguardia. De esa experiencia son fruto, además de un libro de crónicas titulado Alemania y yo, dos grandes novelas: La juventud no vuelve y Sin Patria, galardonada esta última con el Premio Nacional de Literatura.
Escritor fecundo e inspirado, destaca en todos los campos: es premio Lope de Vega, de teatro, con su obra Te espero ayer y dos veces Premio Nacional de guiones cinematográficas. Pero especialmente sobresale en el periodismo y la novela, donde su obra más conocida, Hospital general, llega a finalista del Premio Nadal. Obtiene el Premio Pujol por su obra Valle sombrío y el Virgen del Carmen por su novela En la orilla. Su trabajo continúa y publica Sol y sombra y El agua amarga en Editorial Planeta, que reedita otras novelas suyas.
De pronto, durante algunos años, su producción queda reducida al diario quehacer del periódico. Parece como si la voz de uno de nuestros más completos novelistas hubiese enmudecido, quizá por cansancio, quizá por desilusión. La sombra de las banderas, con la que irrumpe de nuevo en el mundo literario, conquistando el Premio Ateneo de Sevilla, le rescata para la Literatura. La sombra de las banderas es una novela honda, amplia, en la que se mezclan el singular testimonio de un hombre que vivió años singulares y esa particular poesía de Pombo Angulo, que lo envuelve todo, lo mismo un campo de batalla que la sala de un hospital. En la línea de Sin Patria, acaso sea la mejor novela de Pombo Angulo, por su dimensión histórica y por su hábil trama, que prende al lector desde los primeros capítulos. Es la historia de unos hombres que ven, poco a poco, cambiar su ilusión, En realidad, siempre fue así la historia de todos los hombres. Éstos vivieron acontecimientos históricos, que en su día los hicieron llegar casi hasta el heroísmo. Pero, como uno de los personajes dice, “sería demasiado pedir a los héroes que lo fuesen siempre”.
Ésta es la idea de La sombra de las banderas. Una novela excepcional con la que un novelista excepcional vuelve a hablar después de largos años de silencio.
