Publicado por Planeta en diciembre de 1956.
124 páginas (ADE).
La narración breve encierra en ocasiones más emoción, más vigor, más delicadeza, más intención que la novela larga. Un esquema, un esbozo, un diseño, un apunte, una frase, un inciso, una exclamación dicen a veces más que páginas y páginas si éstas son pobres de contenido. Labor de miniaturista, labor lenta, minuciosa, difícil la que exige la narración breve para que logre la proporción justa y el interés necesario.
Como lo ha conseguido Villacorta en esta serie de relatos que componen La tercera muchacha. A lo largo de sus veintitantos títulos, el lector saboreará la más espléndida variedad de percepciones y sentimientos: melancolía, hondura, tristeza, candor, nostalgia, primores.