domingo, 2 de marzo de 2025

Los contactos furtivos (Antonio Rabinad)

 

Publicado por José Janés en enero de 1956.
155 páginas (ADE).

Un jurado compuesto por Eugenio d’Ors. W. Fernández Florez, Eugenio Montes y Andràs Làzlo concedía, hace algún tiempo, a esta novela el “Premio Internacional de Primera Novela” fundado por su editor de hoy, José Janés. Algo más que la revelación de un escritor debieron ver en ella quienes la juzgaron para destacarla de entre un par de cientos, y premiarla por cuanto no es cosa que ocurra cada día un acuerdo perfecto entre sensibilidades tan encontradas.

Lo que vieron, lo verá también el lector por pocas líneas que se lea, porque salta inmediatamente a la vista que nos encontramos ante un novelista de cuerpo entero, tallado en bloque, sin fisuras ni fallas. Los contactos furtivos es una novela escrita sin grandilocuencia, con palabras de cada día, un libro penetrado de la soledad indestructible que rodea a sus dos protagonistas, nulos para la acción, que se ven arrastrados por el luminoso trajín de los días y las cosas hacia un destino trágicamente inesquivable.

Las reacciones de estos personajes, como la vida del barrio en que discurren, van acelerándose hasta llegar a la explosión final de una noche de San Juan, descrita en un capítulo que por sí solo vale la mejor novela, por la fuerza expresiva de las palabras, por el realismo, a veces brutal, de la descripción.