lunes, 4 de julio de 2022

Los señores chupatintas (Georges Courteline)

 

Publicado por Espasa-Calpe en julio de 1966. Número 1.357 de la colección Austral.
Título original: Messieurs les ronds-de-cuir.
Traducción de Nicolás González Ruiz.
104 páginas (ADE).

Georges Moinaux, escritor francés que hizo celebérrimo el seudónimo de Courteline, nació en Tours en 1858. Murió en París en 1929. En su juventud “padeció oficinismo”, por lo que no es sólo invención su famosa novela Los señores chupatintas, que hoy ofrecemos en la Colección Austral. Más tarde intentó la carrera militar, experiencia que deja huella en sus relatos Las alegrías del escuadrón y El tren de las 8,47. Su nombradía principal se la debe al teatro. Courteline llena un gran período de la vida teatral francesa, siendo ya clásica su obra Boubouroche, estrenada en 1893, año de Los señores chupatintas. Se le ha considerado, por su capacidad satírica y el delicioso humor que atenúa su pesimismo, como el Molière contemporáneo. En 1926 obtuvo el Gran Premio de la Academia Francesa. En noviembre del mismo año fue nombrado miembro de la Academia Goncourt.

Los señores chupatintas es una amable sátira de la Administración y de los empleados, llena de gracia y melancolía. Courteline sublima artísticamente sus experiencias de empleado administrativo en un París que ya había olvidado la guerra franco-prusiana de 1870 y se preparaba para la Exposición Universal de 1900. París era entonces el paraíso de las gentes del mundo, capital del talento, las artes, la libertad, la galantería y la vida dichosa. El chupatintas, ni aristócrata ni obrero, en una mediocridad bien vestida y mal remunerada, era un tipo humano de gran atracción para un escritor observador, agudo, y con experiencia del asunto, como Courteline. El tiempo va sacando nuevos valores a obras como Los señores chupatintas, que desvanece, sin perder el humor, para acentuar el testimonio y el patetismo de unos personajes que antes que graciosos eran hombres sufrientes, espectadores desgarrados por el quiero y no puedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario