Publicado por Planeta en octubre de 1971.
162 páginas (ADE).
La ironía es el arma eficaz y señera que imprime carácter inconfundible a las obras de Álvaro de Laiglesia. No una ironía superficial e inane sino cauterizante y flageladora, frívola en la forma pero profunda en su contenido. El aliño es asimismo esencial en las narraciones del famoso humorista, que siempre acierta a ofrecerlas en sazón y sin acritud, punzantes pero sabrosas.
Mejorando lo presente es una prueba indiscutible. Burla burlando en los once relatos que integran la obra alienta una intención moralmente antiséptica. Así, en uno resulta censurado el egoísmo (“Drama dividido en tres túneles”), en otro la desmedida ambición (“Más malignos todavía”), la carencia de amigos en quien supone poseerlo todo (“Empleados excepcionales”). En otras narraciones se ridiculizan los actuales desmanes juveniles, o la truhanería, o las salidas de tono de muchos adultos... La sagacidad del lector atinará fácilmente a descubrir tan logrados propósitos.
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