Publicado por Destino en abril de 1949. Número 46 de la colección Áncora y Delfín.
251 páginas (ADE).
Juan Bausá, el protagonista de “Sobre las piedras grises”, es un funcionario gris, de los antiguos, los que llevaban “manguitos” para no ensuciarse las mangas con la tinta de los expedientes; Arbó lo describe como un hombre exageradamente bueno, sumiso y dócil hasta el extremo de quedarse arruinado por su bondad, en su simplicidad, Bausá casi no sale de su barrio del Pi más que para ir a las Ramblas o llegar a la plaza Cataluña o el puerto. La novela comienza en 1912, cuando conoce y se casa con Mari Juana, bondadosa como él, pero un poco más despierta. En 1913 nace su hija Lisa. A través del paso del tiempo y de la evolución de estos personajes, y otros que irán apareciendo, iremos viendo diferentes Barcelonas. La Barcelona de su juventud, la del año 1912, estaba viva, brillante, alegre. La cupletista Raquel Meller empezaba a despuntar en el Arnau y la Fornarina y la Chelito triunfaban en el Paralelo. El Turó-Park había abierto ese año, el casino de la Arrabassada lo había hecho el año anterior y todavía no había entrado en decadencia debido a la prohibición del juego, la Banda Eslava tocaba con gran éxito en el Tibidabo, y el Barça acababa de ganar su segunda copa del Rey, celebrada en el campo de la calle Industria. Los teatros hervían de animación.
Sebastián Juan Arbó nació en San Carlos de la Rápita en 1902. Sus primeras novelas, escritas en catalán, se desarrollan en los paisajes rurales de las tierras del Ebro: L’inútil combat (1931), Terres de l’Ebre (1934, Premio Fastenrath) y Tino Costa (1947). Escribió dos obras de teatro: La ciutat maleida (1935) y Nausica (1937). Sobre las piedras grises (Premio Nadal 1948) fue su primera novela escrita directamente en castellano. Como biógrafo es conocido por sus libros sobre Cervantes (1946), La vida trágica de Mossén Jacinto Verdaguer (1951), Don Pío Baroja y su tiempo (1964) y Oscar Wilde (1960). Se dedicó también al periodismo y a trabajos editoriales. En su libro de memorias de infancia, Los hombres de la tierra y del mar (1961), retomó los temas rurales de las tierras del Ebro de sus primeros libros. Su obra ha sido traducida al francés, al alemán, al italiano y al holandés. Murió en Barcelona en 1984.
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