Publicado por Taurus en diciembre de 1956. Número 28 de la colección El Club de la Sonrisa.
Título original: Il Signor Venerando.
Versión española: Fernando Perdiguero.
152 páginas (ADE).
Manzoni ha logrado elevar a la categoría de materia risible las excentricidades de un señor cualquiera y ha demostrado hasta la evidencia que ya no son sólo esas señoras que van de compras, que han revuelto la mitad de los comercios de la ciudad o del pueblo y que no han comprado nada, las que hacen perder la paciencia a los dependientes hasta el grado de hacerles olvidar eso de que “el cliente siempre tiene razón”; eso sería si, al fin, terminaran por llevarse algo; a lo otro no hay derecho y sí lo hay para protestar de tan enormes injusticias.
Eso es lo que hace don Venerando a la perfección pero con originalidad; y esto le salva. Ustedes estarán de acuerdo con nosotros en que pedirle un puro habano a un librero, o una colección de pulgas a un fontanero, o un ventilador a un pescadero, o una partida de polillas a un droguero para poder justificar la compra de unas bolitas de naftalina, tiene su originalidad; y darle un pisotón a una señora que pasea tranquilamente por la Gran Vía para probarle que para ella puede tener su importancia el que nosotros hayamos vuelto de nuestro viaje por la Costa Azul, también tiene su originalidad.
Este libro es un manual para los dependientes de comercio.
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