Publicado por Taurus en diciembre de 1956. Número 26 de la colección El Club de la Sonrisa.
Título original: Papa, maman, ma femme et moi.
Versión española: Miguel de Salabert.
113 páginas (ADE).
Ya salió la novela que se esperaba con expectación en todas partes después del rotundo éxito alcanzado por el film del mismo título, que esperamos ver esta temporada en Madrid, continuación del de “Papá, mamá, la muchacha y yo”, cuya versión novelesca ya apareció en nuestra colección. El ingenio de Robert Lamoureux reduce a falsedad el tópico de que nunca segundas partes son buenas. Aquí se mantiene el mismo suave humorismo, lleno de hondura y ternura, que empapa toda la narración. Catalina ya no es “la muchacha”, es la “señora de Langlois”. Y Roberto se ha convertido en un respetable abogado y en un más respetable papá de dos pares de gemelos que revolucionan la tranquila y poética vida de los Langlois. La vida pasa también en las novelas, y poco a poco se envejece. Papá Langlois se jubila, después de convertirse en abuelo, compra un terreno, tiene unos líos con una empresa constructora y se despierta en él ese alma de propietario que llevamos dentro todos los que durante nuestra vida no hemos pasado de inquilinos. Y mamá, ¡pobre mamá!, tiene la satisfacción de verse homenajeada inocentemente por un explorador, resucitando en ella su juventud y metiendo complicaciones en la vida de sus hijos; será, acaso, por aquello de que los pecados de los padres los pagan los hijos. La historia se repite: “Papa, mamá, la muchacha y yo” de nuevo; esta vez a cargo de Bernard.
Una novela inolvidable porque, sin hacer reír, hace sonreír desde el principio hasta el fin, como todos los justos medios.
Muchas gracias. Hay que leer cómo sigue la historia. Un saludo cordial.
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