sábado, 21 de junio de 2025

En la punta de los dedos (Carmen Kurtz)

 

Publicado por Planeta en abril de 1968.
314 páginas (ADE).

La pequeña capital de provincias en donde Carmen Kurtz centra su relato, se convierte en protagonista de esta novela a través de los diversos tipos humanos que, en su afán por conseguir lo que piensan tener en la punta de los dedos, nos la describen.

Un foso infranqueable separa la ciudad, las generaciones, la moral e incluso la religión de ayer y la de hoy. La “santidad” decimonónica de Paquita, mujer del notario Cuéllar, se estrella contra la fría lógica de Guillermo y la ardiente rebeldía de Juana, sus hijos. Titi, la casi centenaria abuela, que se apoya en sus años para decir lo que otros callan; Soledad, la nieta, impía con los demás y con ella misma; el notario Cuéllar, enamorado platónico de Isabel Fornos; Epifanio García, peón y masovero de Gregorio Solanas el terrateniente; Marcial, el forastero; don Jesús, el joven coadjutor de la parroquia de Santa María que en vano trata de enderezar lo que está torcido, y otros personajes que, viviendo su problema desde el propio ángulo, componen el núcleo central de la obra.

Son tan varios los personajes como sus respectivos desenlaces. Algo así como si Carmen Kurtz quisiera dar un margen de confianza al lector y a la vida misma. Lo que sucederá “después” no es previsible, y por lo mismo lo deja a cargo del tiempo con sus posibles cambios e imprevistos.

La autora nos lleva desde el principio hasta el final de un personaje a otro en un discurrir constante y lógico. De nuevo encontramos en esta novela, la octava de Carmen Kurtz, una crítica acerba contra la hipocresía disfrazada de virtud de esa clase media que ha sido el punto de referencia de su obra.

lunes, 9 de junio de 2025

El limbo de lo perdido (John Wallace Spencer)

 

Publicado por Plaza & Janés en enero de 1977, dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Limbo of the lost today.
Traducción de Consuelo González Castresana.
197 páginas (ADE).

Más de mil personas y unos cien barcos y aviones han desaparecido misteriosamente en esa mortífera región llamada «Triángulo de las Bermudas».

lunes, 26 de mayo de 2025

La juventud no vuelve... (Manuel Pombo Angulo)

 

Publicado por Planeta en 1952.
329 páginas (ADE).

Manuel Pombo Angulo constituye la auténtica revelación literaria de la generación posterior a la guerra. Antes de ella no había, casi, asomado al campo de las letras, entre otras razones porque su juventud no le dió espacio a ello; después, se impone entre la pléyade de los que cultivan la novela, y su carrera constituye una rápida y continua serie de éxitos; con «Hospital General» queda, entre una nube de polémicas, finalista del premio Nadal; con «Sin Patria» obtiene el Premio Nacional de Literatura; con «Valle Sombrío» gana el concurso convocado por don Agustín Pujol, que ha constituído el más resonado acontecimiento literario de 1951.

Dos cualidades primordiales se citan en este joven y ya consagrado escritor; su inspiración y su conocimiento del oficio. La primera le permite imaginar los más diversos temas y actuar a la par, y siempre en puesto señero, en el periodismo, el teatro, la poesía y la novela, su aspecto más destacado y por el que siente mayor vocación; mediante el segundo realiza, acabada y originalmente, sus imaginaciones, hasta el punto que muchas veces asombra la amplitud y la hondura de su labor. La juventud no vuelve, novela que Editorial Planeta presenta a sus lectores, es buena prueba de ello. Concebida durante sus años de corresponsal de «Ya» y «La Vanguardia» en Alemania, recoge las tremendas experiencias de aquella época, pero dentro de una trama imaginativa y romántica que las llena de singular atracción. Novela dura y real en muchos de sus capítulos, aparece en otros impregnada por ese personal lirismo de Pombo Angulo, que presta a todas sus obras el encanto de algo reflejado en un espejo de otra época.

Creemos que en La juventud no vuelve —la novela de una generación que conjugó la fe y el sacrificio— se concentran las más destacadas y selectas características de nuestro novelista. La juventud no vuelve tiene, a veces, la grandiosidad de la epopeya y otras la ternura de la intimidad. Y siempre ese especial modo de hacer y sentir de Pombo Angulo, el escritor que pasa por la vida con los ojos tan abiertos como su corazón.

 Está aquí

miércoles, 14 de mayo de 2025

El acompañante inofensivo (Rolf Lennar)

 

Publicado por José Janés en enero de 1943, dentro de la colección Al Monigote de Papel.
Título de la obra original: Der ungefährliche dritte.
Traducción del alemán por Octavio Gelmar.
89 páginas (ADE).

El hecho de haber sido El acompañante inofensivo el primer libro ganador del Premio Rühmann, de reciente creación en las letras alemanas, acredita a Rolf Lennar como el autor de la mejor novela humorística publicada en Alemania durante los últimos años. De estructura fácil y sencilla, tras la que se percibe claramente la división de planos y escenas de un excelente guión cinematográfico, El acompañante inofensivo reúne todas las condiciones precisas para procurar al lector los deleites del más refinado humorismo. No es difícil comprobar que todos los recursos irónicos, los trazos satíricos y las descripciones caricaturescas, tienden a desarrollar ante nuestros ojos una serie de imágenes que nos dan toda la clave humorística de la novela. No sólo conocemos a los personajes a través del diálogo, sino que, gracias al dinámico estilo de Rolf Lennar, les vemos moverse, adoptar gestos, mudar de expresión a cada nueva situación cómica, desesperarse y entregarse alegremente al amor, contagiándonos de un optimismo sonriente y saludable.

jueves, 1 de mayo de 2025

Los maestros espirituales (Patrick Ravignant)

 

Publicado por Plaza & Janés en noviembre de 1975, dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Les maitres spirituels.
Traducción de R. M. Bassols.
260 páginas (ADE).

La estructura de esta obra responde a un doble objetivo, permitir al lector adquirir cierto número de informaciones generales, y ofrecerle aclaraciones más precisas sobre tal o cual personaje o corriente. Las introducciones que inician cada capítulo contienen reflexiones sobre los diferentes aspectos del dominio espiritual, sus métodos, sus escollos y sus efectos. Entre los fundadores de corrientes religiosas, el autor ha seleccionado una decena de ellos, que encarnan bastante bien las grandes direcciones posibles de la necesidad religiosa, sus inquietudes, sus obsesiones y hasta sus fantasmas.

miércoles, 23 de abril de 2025

El jardín de los muertos (Eduardo Aunós)

 

Publicado por Planeta en abril de 1954.
137 páginas (ADE).

El escritor viajero es el que viaja para escribir, para relatar, con más o menos destreza, lo que ha visto o lo que más intensamente ha calado en su espíritu. Aunós, además de viajero, es un soñador; no se detiene en lo superficial ni siquiera lo mira. Por eso capta mundos lejanos, pasados o futuros. Extrae consecuencias y medita extensamente. Cuida, sobre todo, de no desbordarse al juzgar a los hombres ni los acontecimientos. Y con su lenguaje, hermoso y contenido, nos lleva por caminos, aparentemente fáciles y diáfanos, al mundo sin límites de los pensadores profundos.

He aquí este Jardín de los muertos, cargado de interrogantes sobre la conducta humana. Es la muerte quien nos sobrecoge ahora en lo que tiene de externo, de aparente intrascendencia, de humana, al fin. La muerte en lucha con el amor, con la juventud, briosa e inexperta, que busca la verdad por los senderos del cementerio. La muerte interpretada con opuesto signo por la codicia, la sabiduría, la fría experiencia de la edad madura, en su resignada actitud frente a lo irremediable. «Señor, ¡a qué manos van a parar nuestros muertos!»

Eduardo Aunós, al poderse despreocupar de tareas más acuciantes, se encontró a sí mismo en el terreno de la literatura, una literatura seria, sin piruetas innecesarias o poco elegantes. Una literatura de matiz filosófico, plena de juventud y de idealismo. Si, como acertadamente ha dicho un crítico, Aunós marca en su «Discurso de la vida» un nuevo giro en su quehacer intelectual; si con «Los Viñadores de la última hora» acertó a plantear el tema de un amor difícil que halla su total floración más allá del mundo visible, en este Jardín de los muertos nos introduce de plano en un terreno lleno de misterio, de zozobras y de fúnebres maquinaciones, muy poco trillado hasta ahora. El jardín de los muertos es una admirable lección para los vivos, resultado feliz de largas y profundas horas de soledad, enriquecidas por una cultura refinada y abierta a todas las influencias.

sábado, 12 de abril de 2025

La casa de madera (María Teresa Cazurro)

 

Publicado por José Janés en junio de 1950.
271 páginas (ADE).

El jurado —compuesto por Eugenio d’Ors, John Knittel, Luis Santa Marina, Salvador Dalí y Fernando Gutiérrez— que otorgó por segunda vez el Premio Internacional de Primera Novela correspondiente al año 1948, hizo constar en su acta el título La casa de madera, original de María Teresa Cazurro, como una de las obras que seguían en méritos a la novela ganadora del Premio, Zubeldia, recomendando en consecuencia su publicación. Cumpliendo el acuerdo del jurado, aparece hoy La casa de madera, y con ella dase a conocer un nuevo valor de la novelística española, cuyos méritos se destacan con la nitidez típica de toda vocación novelística.

María Teresa Cazurro opina que hasta su propio nombre debería en rigor desaparecer para que ninguna razón personal o de ninguna otra índole pesara en el juicio del lector, salvo los valores positivos de la obra en sí, a la hora de decidir si La casa de madera cabe ser considerada como una novela continuadora de la gran tradición novelística española. El cosmopolitismo del ambiente en que la acción de La casa de madera transcurre, induce inmediatamente a pensar que un aura de universalidad ha entrado en nuestro ámbito novelístico, aportándonos, no sólo un nuevo nombre, sino corrientes renovadoras.

* * *

No he podido encontrar ninguna referencia biográfica o bibliográfica de María Teresa Cazurro. Aparentemente vio publicada esta interesante novela de ambiente colonial, y desapareció sin dejar rastro.

Si algún lector conociera algún dato de la autora y tuviera la amabilidad de facilitármelo, le estaría muy agradecido. Tengo una gran curiosidad.