Publicado por Espasa-Calpe en abril de 1945. Número 517 de la colección Austral.
Título original: The Young Fur-Traders.
Traducción del inglés por Mercedes Valero.
330 páginas (ADE).
Nace este sobresaliente escritor inglés en Edimburgo el año 1825 y muere en Roma en 1893. Descendiente de Jacobo Ballantyne, el de la razón social que imprimió las novelas de Walter Scott, aquel compañero del novelista que le asoció a su negocio y al que tanto le valieron sus consejos para duplicar su éxito publicitario. Sobrino del inquieto editor edimburgués, se decidió por un viaje difícil y pintoresco a la tierra de Ruperto (Bahía de Hudson), y escribió su primer libro de viajes.
Como obra de alta curiosidad, Los mercaderes de pieles, que hoy publica la Colección Austral, es el libro que presenta a esos extraños y tenaces seres que vencen los obstáculos del invierno ártico. Carlos, el protagonista de este relato, más veraz que novelesco, puesto por su padre en el dilema de orientarse en la vida elige la profesión de cazador de pieles, seducido por la dura y libre vida en plena naturaleza. La primera pieza cobrada es un lobo, una bella mañana a orillas del río Rojo, pero como si el adolescente así se volviese más hombre, pronto se especializa en la caza de osos y búfalos. Diálogos frescos y expeditivos entre guías, campesinos y cazadores, encuentros con extraños tipos que viven en la soledad, lentas pesquisas y anhelantes momentos de encontrar a las fieras, todo se desenvuelve con naturalidad entre los vientos cortantes. A veces el hombre va a superar a la fiera en las disputas humanas, pero la serenidad de Carlos le hace que siga su rumbo de cazador, que es como un sano ideal en la higiénica región de las nieves. Del popular novelista hemos publicado también La isla del coral.
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