Publicado por Destino en febrero de 1977. Número 439 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Poslednéie leto.
Traducido del ruso por Ángel C. Tomás
Konstantín Símonov es un escritor soviético conocido de nuestros lectores. Su obra literaria, traducida a muchos idiomas, cubre un vasto campo: desde la poesía, dramaturgia, crónicas, relatos y novelas hasta corresponsal de guerra en el frente germano-soviético durante la segunda conflagración mundial, y ha merecido premios del Estado de la Unión Soviética.
Colección Áncora y Delfín publicó las dos primeras partes de su trilogía Los vivos y los muertos: La batalla de Moscú y No se nace soldado.
Con El último verano, Konstantín Símonov culmina esta obra histórico-militar. El presente libro es tanto más atrayente por cuanto continúa su narración referente a héroes bien conocidos del lector y concluye las dos primeras novelas que, tomadas en conjunto, representan en la literatura soviética uno de los relatos más impresionantes de los años de la segunda guerra mundial en el frente germano-soviético; no obstante, la obra, que cautiva por el estilo de su narrativa y contenido, puede leerse como un episodio independiente de las grandes batallas que se desarrollaron en aquella época.
El tema fundamental de la novela es la preparación y realización de la operación de Bielorrusia, que llevaba el nombre convencional «Bagratión». Símonov aporta un riquísimo material histórico-militar, y el destino de los héroes de la novela se traza en el fondo de los heroicos acontecimientos del último verano de la segunda guerra mundial.
Muchísimas gracias. Lo tengo en papel pero por fin lo consigo (gracias a Vd.) en versión electrónica. Este verano he vuelto a leer los dos primeros volúmenes de esta impresionante trilogía sobre la epopeya de pueblo soviético. Es más épica y vivaz que la escritura de más hondura lírica de Vasili Grossman, pero igualmente estupenda para conocer la mentalidad soviética en la guerra. Simonov era miembro prominente del Partido Comunista, esto que le beneficio en vida le ha perjudicado en la consideración actual, al contrario de Grossman perseguido en vida por su condición de judío y hoy plenamente reivindicado.
ResponderEliminarEs tan apasionante esta trilogía que se lee sin darse uno cuenta de que son cientos y cientos de páginas...
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