Publicado por Planeta en julio de 1957.
Entre las incomparables expresiones que enriquecen singularmente nuestro idioma, hay una, rotunda y muy popular, que en sus variantes da idea unas veces de aspereza de ánimo y otras trasciende a empresa frustrada o intento malogrado: “mandar a la porra”, “irse a la porra”. Valiéndose del equívoco y, naturalmente, con ese donaire que infunde peculiaridad a los títulos de todas sus obras, Álvaro de Laiglesia ofrece para solaz de los lectores su más reciente novela: “Los que se fueron a La Porra”. Así, con iniciales mayúsculas. Porque en Álvaro de Laiglesia La Porra adquiere corporeidad y es ni más ni menos que una triste ciudad imaginaria que el autor sitúa cerca de Madrid y donde languidecen cuantos allí han sido enviados por sus semejantes. También en tan desairado lugar ha pasado su infancia el protagonista, y la narración de sus aventuras y de sus esfuerzos por salir de paraje tan extraño constituye el eje de la trama, amena como todas las de este celebrado y regocijante escritor. Inspiradas y divertidas alusiones a diferentes aspectos de la vida contemporánea acrecientan el interés de la novela, donde, como es consiguiente, fulguran los alardes de ingenio y luce la brillantez narrativa de Álvaro de Laiglesia, humorista predilecto de los lectores hispanos.
Gracias.
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