Publicado por Taurus en 1956. Numero extraordinario de la colección El Club de la Sonrisa.
Título original: Au bon beurre.
Traducido del francés por Fernando Gutiérrez.
242 páginas (ADE).
Dutourd se llevó, en 1952, el “Premio Interaliado” con este libro que podríamos considerar como “la historia oculta y verídica” de muchas fortunas, rápidamente amasadas después de la guerra, en todas partes donde ha habido guerra y en donde desaprensivos, producto de este siglo sin originalidad, se elevan por encima de cualquier otro por gracia y desgracia de la falta de escrúpulos.
Por falta de originalidad, somos todos tan iguales que sentimos una super-satisfacción en señalar con el dedo a esos amasadores de fortunas, por envidia más que por sentido de la justicia, y estamos viendo a un porcentaje aterrador de españoles empujándose por comprar este libro para darse el gran gusto de emplear todos los dedos de ambas manos en dirigirlos a otros tantos números de las calles en que viven y que frecuentan y, apenas Pan, amor y mantequilla se dedique a recorrer los caminos de España, toda la geografía peninsular se convertirá en un bosque de manos levantadas con los dedos en tensión.
Los héroes de la historia se llaman Poissonard porque vivieron en París, en aquel París de la ocupación y de la posguerra, de 1940-1950. En la primera de estas dos fechas eran unos modestos comerciantes de barrio y en 1950 poseían ya cuarenta y siete millones —casi cinco millones por año— de francos, una propiedad rural, inmuebles y hasta lingotes de oro; tenían, además, una hija casada con un diputado, y un diputado es algo así como el marqués del siglo XX. Pero no se vayan a creer los de las manos levantadas que van a encontrar en este libro un método para multiplicar las pesetas por cien; no, eso no; la novela es sólo un método de Mantequería Comparada. Comparada ¿con qué? Véalo usted, lector... y ríase para consolarse de no poder ser señalado por uno de los dedos de sus vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario