sábado, 27 de abril de 2019

La piedrecita angular (Edgar Neville)


Publicado por Taurus en diciembre de 1957. Número 45 de la colección El Club de la Sonrisa.
93 páginas (ADE).

El fondo humano que tiene el personaje central de esta última novela de Neville, es tan potente, es tan enternecedor, que le permite salir de unas situaciones que rozan lo arbitrario sin que pierda verosimilitud el relato.

Miguel es un pobre hombre que duerme a la sombra de las estatuas, o sea a la sombra de la gloria de los demás, que lleva en hombros a un torero, o sea que es el zócalo, el plinto, de esta otra gloria. Deambula pobre, pero sin amargura, sin odio, queriendo hacer bien a todo el mundo, y cuando vuelve, a veces muerto de hambre, al Rastro, se produce el milagro de que dos pequeños seres, dos niñas chicas, le admiran, le contemplan como a un superhombre, creen en él, en su poder, en su fuerza. Y esa fe y esa admiración son suficientes para hacerle olvidar la amargura de la jornada sin trabajo y el comezón del hambre.

En esta novela veremos a Miguel debatirse contra ella, pero no sólo para comer él, sino para educar a sus pequeñas amigas, y por ello acepta los trabajos más incoherentes e inesperados. Pero también seguimos en esta novela las delirantes aventuras de una miserable Compañía de “verso”, formada en el café de “Las Cancelas”, entre viejos cómicos del deshecho y que a la sombra de un “caballo blanco” arremeten, como Don Quijote, una jira de teatro clásico por los pueblos de La Mancha.

Los tipos que componen esa Compañía, el personaje de Mijas, que es quien la ha organizado, la “ingenua” y su mamá, los mozos del pueblo en donde van a actuar y los americanos del oleoducto, son personajes antológicos, tan evidentemente vivos, que las risas surgen no sólo por el efecto cómico, sino por la sátira, por la caricatura con que están definidos.

Ésta es posiblemente la novela más irónica del autor, y nada podía encajar mejor dentro de la denominación de “El Club de la Sonrisa”.

Platillos volantes en la antigüedad (Eugenio Danyans)


Publicado por Pomaire en 1967.
213 páginas (ADE).

Lector amigo: Leer este libro audaz es como trasponer los umbrales de una dimensión hasta ahora desconocida. Antiguos y modernos prejuicios caerán desmenuzados a la luz de la hipótesis insólita que aquí se plantea. Puertas ignoradas se abrirán hacia una nueva concepción del Universo. Porque examinando el pasado misterioso se descubre un futuro pretérito, un mañana que pertenece a un ayer lejano. ¿Contradictorio? ¿Desconcertante? ¿Fantástico? El apasionante problema de los llamados «Platillos Volantes», analizado por primera vez desde una perspectiva prehistórica, continúa ofreciendo una incógnita sugestiva, pues el gran enigma del espacio, lejos de haberse despejado, sigue siendo el reto más fabuloso y alucinante con que se ha enfrentado la humanidad desde los tiempos más remotos. ¿Desaparecieron civilizaciones estelares en épocas inmemoriales? Si el Universo tiene una antigüedad calculada en unos 300.000 billones de años y un diámetro estimado en miles de millones de años luz de distancia, y si sólo en nuestra galaxia —existen un millón— hay no menos de 100.000 millones de soles que concentran otros tantos sistemas planetarios, resulta disparatado pensar que sólo en nuestro planeta existe vida racional. Dios habría sido un mal Arquitecto si hubiese construido un Universo de tales dimensiones para sólo crear vida en una minúscula isla como es la Tierra.

Es evidente que nadie podrá leer la primera parte de este libro sin sentirse arrastrado y sobrecogido por su contenido. Pero la segunda parte, dedicada a la Teología Cósmica, suscitará comentarios vivos, acaloradas discusiones y apasionadas controversias. Pues no se puede negar que el autor, con singular maestría, aporta y desarrolla ideas y concepciones sumamente atrevidas. Sin embargo, en ambas partes hallará el lector completísimos textos documentales que le permitirán seguir las huellas de los misteriosos «Platillos Volantes» desde la más remota Antigüedad. Al parecer el hombre nunca ha estado solo en el Cosmos, sino que, desde los primeros balbuceos de su más arcaica historia, otras razas estelares lo han acompañado en su peregrinaje por el sistema solar y con sus poderosas astronaves surcaron el espacio hasta el hombre primitivo. En suma: se trata de una obra que no defraudará al lector ávido de nuevos conocimientos y que con amenidad profundiza en uno de los más inquietantes misterios del pasado humano.

Los señores Golovliov (Mijaíl Evgráfovich Saltikov-Schedrín)


Publicado por Destino en septiembre de 1972. Número 382 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Господа Головлёвы.
Traducido del ruso por José Laín Entralgo.
283 páginas (ADE).

Mijaíl E. Saltikov nació en 1826 y murió en 1889. Tras una infancia apacible, empezó a interesarse por las obras de los escritores socialistas al frecuentar diversos círculos de ideología progresista. Los acontecimientos europeos de 1848, en especial la Revolución en Francia, le hicieron concebir la idea de que «la edad de oro no era cosa del pasado sino que estaba aún por venir», y a ella se dedicó con todas sus fuerzas de narrador excepcional y satírico implacable. Por su perfecto conocimiento de la Rusia de su época puede considerarse, acaso, el más ruso de los escritores rusos, como señala el prologuista y traductor de la presente edición, José Lain Entralgo. «Los señores Golovliov» es, en síntesis, la descripción de un drama familiar, con un telón de fondo sobrecogedor: el de la servidumbre feudal recién liberada. Alrededor de dos personajes centrales —la madre, mezquina y déspota, y su hijo, cínico y perverso— desfila ante el lector una sociedad en muy avanzado estado de descomposición, que fluctúa entre el tedio y la corrupción de las esferas burguesas o aristocráticas, y la miseria y barbarie de la gran masa de campesinos. Publicada en 1875-1880, esta novela cumbre de Saltikov-Schedrín se situó a la altura de obras como «Ana Karenina» y «Los hermanos Karamazov». No en vano, Gorki llegó a decir de este autor: «Sin su ayuda es imposible comprender la historia de Rusia en la segunda mitad del siglo XIX».

Taller (Mercedes Ballesteros)


Publicado por Destino en diciembre de 1960. Número 192 de la colección Áncora y Delfín.
144 páginas (ADE).

Mercedes Ballesteros nació en Madrid. Está casada con el escritor Claudio de la Torre y tiene una hija. Cursó la carrera de Filosofía y Letras. Ha estrenado varias comedias, una de las cuales, «Las mariposas cantan», obtuvo el Premio «Tina Gascó». Las novelas y los libros de humor constituyen la base de la obra literaria de Mercedes Ballesteros, firmada en alguna ocasión con el seudónimo de «Baronesa Alberta». Entre sus títulos destacan «Así es la vida», «Eclipse de tierra» —premio «Novela del Sábado», libro traducido al inglés y al alemán— «Este mundo», «La cometa y el eco», «Verano», etc. También ha obtenido premios de periodismo y cuentos.

Su novela «Taller» alcanzó una brillantísima posición en el Premio Eugenio Nadal 1959. Sin abandonar la delicadeza y la finísima ironía que le son propias, Mercedes Ballesteros ha descrito con atractivo realismo las historias de varias muchachas costureras en una casa de modas. Una novela en la que palpita la vida auténtica.


sábado, 20 de abril de 2019

Soldados desconocidos (Väinö Linna)


Publicado por Destino en septiembre de 1957. Número 139 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Tuntematon Sotilas.
Traducido por Rafael Vázquez Zamora.
279 páginas (ADE)

Väinö Linna, nacido en Urjala en 1920, es el más importante escritor finlandés de nuestros días. Ha trabajado siempre como obrero en diversos empleos, y en la actualidad [1957] es mecánico textil. Tomó parte en la guerra ruso-finlandesa como jefe de grupo de ametralladoras.

“Soldados desconocidos” es su tercera novela, que ha venido preparando desde el final de la guerra, y que ahora ha obtenido un éxito extraordinario. Se han vendido ya medio millón de ejemplares, se está traduciendo a doce idiomas y ha sido llevada al cine. En “Soldados desconocidos” se narra la odisea de un puñado de hombres durante la guerra ruso-finlandesa, aquella fabulosa lucha que enfrentó a la pequeña Finlandia con el gigante soviético. Pero junto a esto nos describe la impresionante aventura del hombre en la guerra, con toda la dureza, con todo el realismo y con toda brutalidad. De esta novela puede decirse, sin lugar a duda, que es el “Sin novedad en el frente” del último conflicto mundial.

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Me costó sudores hacerme con un ejemplar de esta novela; pero valió la pena. Muy ameno y emocionante relato.


El último verano en el espejo (Teresa Barbero)


Publicado por Destino en diciembre de 1967. Número 301 de la colección Áncora y Delfín.
211 páginas (ADE).

En El último verano en el espejo, y bajo la apariencia de un diario autoconfesional, la autora vuelca en el relato, en primera persona, su intimidad, preocupaciones y problemas más acuciantes del presente, entremezclandolos con los recuerdos de su infancia y juventud en una pequeña ciudad, la represión, prejuicios y frustraciones típicos de la época (mediados del XX); en suma, el azaroso discurrir de su vida sentimental.

Teresa Barbero nació en Ávila pero vive [hablamos de 1967] en Madrid. Publicó su primer libro de poesía a los dieciocho años (“Muchacha en el exilio”). Su primera novela (“Una manera de vivir”) obtuvo el premio Sésamo, y la siguiente (“El último verano en el espejo”), quedó finalista del Nadal en 1966. Ha publicado dos ensayos sobre la vida y la obra de Gabriel Miró y ha sido galardonada con el premio Asturias (“... Y no serás juzgado”), con el premio Mieres (“Reencuentro”), el premio de poesía Angaro (“El delito secreto”) y el premio Rafael Morales (“La casa deshabitada”), entre otros. Pertenece a la Academia Castellano-Leonesa de la Poesía que acaba de publicar una antología de su obra (“De años y versos”).

* * *

Con este título, Destino le coló a la censura un relato sobre adulterio y homosexualidad femenina bastante explícito. Lo que viene a demostrar que no era tan fiero el león censor como lo pintaban (al menos en el ámbito más restringido de la literatura. Otra cosa eran los medios de acceso más popular, como el cine, prensa, TV, etc.)

Cada Juan tiene su Don (Álvaro de Laiglesia)


Publicado por Planeta en octubre de 1967.
157 páginas (ADE).

No da tregua Álvaro de Laiglesia a su fértil ingenio y, viva aún la excelente impresión producida por sus anteriores obras, brinda a sus múltiples lectores otra prueba evidente de sus opimas facultades, una vez más bajo un título sugeridor: Cada Juan tiene su Don.

Precisamente uno de los personajes creados por Álvaro de Laiglesia asegura en un momento crítico de su vida que “todo artista tiene que renovarse para seguir gozando del favor del público”. Es lo que sin cesar hace nuestro famoso autor. Dentro del humorismo más puro, sus variados relatos ofrecen la más rica gama, que en algunos momentos bordea la nota sentimental y en otros se acerca a la expresión desgarrada, a la frase hiriente, a la punzante ironía.

Asegurando que Cada Juan tiene su Don no desmerece de las anteriores obras de Álvaro de Laiglesia, queda anotado el más cálido elogio de la nueva serie de novelas debidas al justamente celebrado autor, que con razón ocupa privilegiado lugar entre los escritores contemporáneos.



De portería a portería (Wenceslao Fernández Florez)


Publicado por Taurus en julio de 1957. Número 39 de la colección El Club de la Sonrisa.
107 páginas (ADE).

W. Fernández Flórez, el gran cronista de tantos y tantos aspectos de la vida moderna, caracterizado como maestro de humoristas, como excepcional pirotécnico del ingenio, empujado, según propia confesión, por “un afán de conocimiento”, y asistido por las razones que a él mismo se diera, de que “nadie debe andar por la vida de espaldas a su época”, ocupó un puesto en las gradas de cemento de los estadiums y presenció el desarrollo de los campeonatos; las duras disputas por los trofeos. Una serie de visiones impares, en las que la línea de la mejor estirpe humorística no se pierde un momento, una disección, por dentro y por fuera, amable y siempre divertida, es lo que obtuvo el cronista para su público en los distintos trabajos, fruto de su experiencia de testigo ocular.

Con una aparente ignorancia de las reglas, situándose en espectador ingenuo, asombrado las más de las veces ante lo que ocurre en torno suyo, y muy especialmente en el verde césped, entre los veintidós jugadores que luchan por “meter” goles, el árbitro y los jueces de línea, sin olvidar, como ya hemos apuntado, las reacciones de los ocupantes de las tribunas, W. Fernández Flórez ofrece como un tecnicolor jocundo, logradísimo, no sólo de lo que es el juego, en las sensacionales competiciones, que se afanan por presenciar millares y millares de personas, sino la de proyección de aquéllas en la vida actual, fuera ya de los campos donde la supremacía de unos u otros equipos se ventila; es decir, de la trascendencia del futbol como fenómeno social, promotor de pasión colectiva. Todo esto, con su prosa de una amenidad que ha conquistado al escritor el renombre que disfruta, es lo que nos brinda la nueva obra.


sábado, 13 de abril de 2019

Combate en la noche (Josep Maria Espinàs)



Publicado por Destino en septiembre de 1961. Número 210 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: Combat de nit.
Traducido del catalán por Enrique Badosa.
135 páginas (ADE)

Josep M. Espinàs es autor de una extensa obra narrativa, en la que ha dominado el elemento realista y testimonial. Ya en los años cincuenta fue uno de los primeros en incorporar las formas literarias neorrealistas, combinando modelos de la literatura española (Delibes, Camilo J. Cela) y tributando homenaje al cine italiano, que se imponía como opción para la crítica de la realidad de la posguerra. Espinàs ganó el Premio Joanot Martorell 1953 con la novela Com ganivets o flames (Como cuchillos o llamas) y se convirtió en uno de los abanderados de la práctica de la narrativa realista. Con novelas como El gandul (1955) y Tots som iguals (Todos somos iguales) acentuó su atención en una narrativa de carácter marcadamente social. En esta última destacan los agudos contrastes entre la situación económica, sobre todo de vivienda, entre los personajes de diferentes clases sociales.

En Combat de nit (Combate de noche) (1959) presenta un grupo de trabajadores desde una perspectiva que bordea la épica: un grupo de camioneros en lucha con la mecánica. Los personajes están despersonalizados, no da su nombre sino referencias físicas, y hay una visión objetivada de la realidad del viaje y de los espacios que visitan a partir de los monólogos interiores y las descripciones.

Mientras llueve en la tierra (José María Jove)



Publicado por Destino en enero de 1953. Número 73 de la colección Áncora y Delfín.
217 páginas (ADE):

José María Jove nació, en 1920, en un pueblo de la cuenca minera de Asturias. Estudió en Madrid Filosofía y Letras y empezó a explicar Literatura española en Oviedo. Lo dejó para empezar la carrera de Derecho. Se hizo abogado y a los cuatro años había colgado también la toga. Su vida literaria, en cambio, está presidida por una firme vocación. Además de colaboraciones periódicas, publica en 1949 su primera novela, “Un tal Suárez”, y luego un ensayo: “El impresionismo en la pintura española”. Actualmente [en 1953] hace crítica de pintura en revistas de Madrid.

“Mientras llueve en la tierra” fué una de las mejores novelas que concurrieron al Premio Eugenio Nadal 1951. El ambiente asturiano, que le es tan conocido, con su lluvia y su humo, con su suave emoción, ha sido incorporado por Jove a la novelística con apasionada ternura y la certera penetración del escritor auténticamente dotado.


¿Está en casa el señor Brambilla? (Carlo Manzoni)


Publicado por Taurus en agosto de 1955. Número 6 de la colección El Club de la Sonrisa.
Título original: E' in casa il Signor Brambilla?
Traducido del italiano por Fernando Perdiguero.
125 páginas (ADE),

Manzoni, con su par de bigotes que empiezan a volverse grises, según propia confesión, nació en 1909. También confiesa que hizo muchas tonterías, entre ellas estudiar poco, y cuando vió que menos no se podía estudiar, se dedicó a dibujar croquis de arquitectura.

Se cansó y fundó una imprenta con un par de amigos, y allí estuvo componiendo y ajustando, hasta que se enamoró de los pinceles y los colores y se unió a los últimos pintores futuristas. Pintaba masas en movimiento a golpes de pincel, como si fueran de martillo.

Al liberarse Milán se fue a Reggio Emilia con Marinetti. Expuso cuadros y declamó poesías, hasta que olvidó la caja de colores en Val Gardena y adquirió tubos de temple, con lo que ganaba para el limpiabotas y el aperitivo. Comía dos días no y uno, casi.

Zavattini lo cogió por la pluma y empezó a escribir en el “Secolo Illustrato”, después pasó al “Bertoldo” y luego a “Cándido”.

Es autor de otros libros: “Pietro Pomice”, “Brava gente”, “Noi sfollati”, “E sempre festa” y “Veneranda”. Además ha escrito miles de artículos y noticias, algunas cartas y varias tarjetas de felicitación.

Es casado y tiene dos hijas: Orsola y Graziella. Si Vd. quiere invitarle a comer, le advierte que no le gustan ni el potaje ni el bacalao.

Los extraterrestres en la historia (Jacques Bergier)


Publicado por Plaza & Janés en mayo de 1972 dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Les Extra-terrestres dans l’histoire.
Traducido del francés por J. Ayma Mayol.
163 páginas (ADE).

¿Nos han visitado seres de otros mundos? Tras reunir numerosos hechos rigurosamente comprobados, el autor afirma que todavía hoy subsisten huellas de su presencia y de sus actos en la tierra.

Un estudio vivaz, por la ágil pluma del coautor de «El retorno de los brujos» en que analiza exhaustivamente las posibilidades de contacto con extraterrestres.

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Chula la portada ¿eh?



sábado, 6 de abril de 2019

El conde Basilio y los fantasmas (Rafael Castellano)


Publicado por Planeta en enero de 1957.
150 páginas (ADE).

Se tiene, por lo general, el erróneo concepto de que la literatura policíaca es siempre de inferior calidad: literatura barata. Por el contrario, se califica de buena literatura a la que exalta el piojo, la pupa y la cochambre, la que describe con delectación el inframundo suburbano o los conflictos de ese otro mundo interior que las personas de buen gusto procuran no sacar del íntimo cuarto de aseo que es el subconsciente.

La literatura policíaca no es mala porque trate de crímenes, sino porque suele ser desafortunada al tratar el tema, aparte de mal traducida. Pero, del mismo modo, el relato de un viaje por el Orinoco puede resultar un ladrillo insoportable o bien una estupenda novela de aventuras. Fouché era un tipo repulsivo y rastrero; sin embargo, la biografía que sobre este personaje escribió Stefan Zweig es una maravillosa pieza literaria. Aparte de que el riesgo y aventura de la lucha contra el crimen, que es lo que viene a ser la novela detectivesca, puede tener la misma grandiosidad que la peripecia de un Ivanhoe o un Don Quijote.

El conde Basilio y los fantasmas es un “tour de force”, una “reductio ad absurdum” de lo detectivesco. Por eso se subtitula “apolicíaca”. Claro que esto se podría explicar en español, pero el francés y el latinajo hacen la cosa más interesante.

Y también, en fin de cuentas, es una forma de no destripar aquí el argumento.

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Rafael Castellano Gallego, nacido en Madrid en 1907, comenzó su trayectoria como humorista en publicaciones como Buen Humor o La Codorniz, donde hizo famosas sus series del Conde Basilio, los poemas castúos del Endelencio y el Gediondo y la sección Tiemble después de haber reído. Falleció en Madrid en 2001.


Londres los separa (J. B. Priestley)


Publicado por Destino en abril de 1951. Número 59 de la colección Áncora y Delfín.
Título original: They walk in the city.
Traducido del ingles por Rafael Vázquez Zamora.
339 páginas (ADE)

John Boynton Priestley nació en el Yorkshire en el año 1894. Ensayista, novelista y dramaturgo, conquistó muy pronto un público extenso y adicto. Se ha dicho de él que posee la rara habilidad de amar a su prójimo. Es innegable que en todas sus obras se respira una extraña simpatía que debe relacionarse con lo que hay en ellas de bueno, saludable, normal y, sobre todo, piadoso. En su estilo alterna una poética ternura con un rudo acento hecho de entusiasmo y vitalidad. La viveza con que sus personajes se mueven por calles y plazas, estaciones y carreteras, por el mundo más inmediato y corriente, sólo puede atribuirse a un talento narrativo verdaderamente excepcional. En su primer gran éxito, «The Good Companions», (1929) todas estas cualidades se afirmaban vigorosamente. Sus obras posteriores, «Angel Pavement», «Johnson Over Jordan», «Out of the People», etc. las corroboran plenamente. Entre ellas, «Londres los separa», posee el enorme interés de darnos un registro completo y variado de todos los matices de este arte literario.

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Mi ejemplar tiene la clásica portada basada en textos (que no me gusta) y no he sido capaz de encontrar en Internet la versión ilustrada original. Así que he fabricado una personal, respetando el estilo de la colección y tomando la imagen de la portada de una versión inglesa de esta romántica historia.


Cinco sombras (Eulalia Galvarriato)


Publicado por Destino en mayo de 1947. Número 36 de la colección Áncora y Delfín.
173 páginas (ADE).

Eulalia Galvarriato, con su novela «Cinco sombras», ha conseguido definir de un solo golpe su fina silueta de escritora. Esta obra obtuvo dos de los cinco votos del jurado en la última de las votaciones realizadas para adjudicarse el Premio Eugenio Nadal 1946. Este codo a codo con la obra premiada, debe estimarse como el pleno reconocimiento del valor excepcional de esta novela.

«Cinco sombras» es una obra de una humanidad infinita, a la vez que delicada y trascendente. La evocación de cinco figuras femeninas a través del relato de un hombre ya viejo que fue su amigo, nos da toda la medida del tiempo sobre las ilusiones marchitas. La tonalidad nostálgica de estas páginas es adecuadísima para hacernos ver el escorzo de estas cinco siluetas de mujer, que si primero aparecen indiferenciadas en torno al costurero de sus labores, después, poco a poco, a medida que la narración avanza, van distinguiéndose hasta llegar a afirmar la exclusiva y propia verdad de cada una de ellas. El estilo con que está escrita «Cinco sombras» constituye un verdadero modelo de prosa moderna; delicadamente mantenida, de una asombrosa justeza y de una equilibrada sobriedad.

Regreso a las estrellas (Erich von Däniken)


Publicado por Plaza & Janés en septiembre de 1971 dentro de la colección Otros Mundos.
Título original: Zurück zu den Sternen.
Traducido del alemán por José Manuel Pomares.
198 páginas (ADE).

Desde la perspectiva del Universo, los seres humanos somos únicamente los habitantes del «tercer planeta» de un pequeño Sol que flota en uno de los extremos de la galaxia, por lo cual no tiene importancia que tratemos de establecer distinciones entre nosotros llamándonos rusos o chinos, americanos o europeos, negros o blancos. Cuando, un día, logremos establecer los primeros contactos con los seres inteligentes de otros planetas nos entenderemos sólo en un idioma. Pero entonces habrá de abandonarse la imagen universal que hoy tenemos, y la joven generación de la Era del espacio rechazará definitivamente de su conciencia los últimos sentimientos nacionales que ya no tendrán ninguna razón de ser.

El autor de Recuerdos del Futuro proporciona nuevos “argumentos para lo imposible”.
Un éxito mundial de librería con ribetes de escándalo.

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Recuerdo que mi madre me llevó al cine a ver el documental filmado por Harald Reinl sobre estos libros de von Däniken. Debían de ser los primeros años de la década de los 70. Quedé fascinado. Aún ahora me emociona escuchar los temas de la maravillosa banda sonora de Peter Thomas.