sábado, 27 de abril de 2019

Platillos volantes en la antigüedad (Eugenio Danyans)


Publicado por Pomaire en 1967.
213 páginas (ADE).

Lector amigo: Leer este libro audaz es como trasponer los umbrales de una dimensión hasta ahora desconocida. Antiguos y modernos prejuicios caerán desmenuzados a la luz de la hipótesis insólita que aquí se plantea. Puertas ignoradas se abrirán hacia una nueva concepción del Universo. Porque examinando el pasado misterioso se descubre un futuro pretérito, un mañana que pertenece a un ayer lejano. ¿Contradictorio? ¿Desconcertante? ¿Fantástico? El apasionante problema de los llamados «Platillos Volantes», analizado por primera vez desde una perspectiva prehistórica, continúa ofreciendo una incógnita sugestiva, pues el gran enigma del espacio, lejos de haberse despejado, sigue siendo el reto más fabuloso y alucinante con que se ha enfrentado la humanidad desde los tiempos más remotos. ¿Desaparecieron civilizaciones estelares en épocas inmemoriales? Si el Universo tiene una antigüedad calculada en unos 300.000 billones de años y un diámetro estimado en miles de millones de años luz de distancia, y si sólo en nuestra galaxia —existen un millón— hay no menos de 100.000 millones de soles que concentran otros tantos sistemas planetarios, resulta disparatado pensar que sólo en nuestro planeta existe vida racional. Dios habría sido un mal Arquitecto si hubiese construido un Universo de tales dimensiones para sólo crear vida en una minúscula isla como es la Tierra.

Es evidente que nadie podrá leer la primera parte de este libro sin sentirse arrastrado y sobrecogido por su contenido. Pero la segunda parte, dedicada a la Teología Cósmica, suscitará comentarios vivos, acaloradas discusiones y apasionadas controversias. Pues no se puede negar que el autor, con singular maestría, aporta y desarrolla ideas y concepciones sumamente atrevidas. Sin embargo, en ambas partes hallará el lector completísimos textos documentales que le permitirán seguir las huellas de los misteriosos «Platillos Volantes» desde la más remota Antigüedad. Al parecer el hombre nunca ha estado solo en el Cosmos, sino que, desde los primeros balbuceos de su más arcaica historia, otras razas estelares lo han acompañado en su peregrinaje por el sistema solar y con sus poderosas astronaves surcaron el espacio hasta el hombre primitivo. En suma: se trata de una obra que no defraudará al lector ávido de nuevos conocimientos y que con amenidad profundiza en uno de los más inquietantes misterios del pasado humano.

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