Mi pequeña biblioteca personal de libros olvidados de mediados del siglo pasado.
jueves, 30 de diciembre de 2021
No quiero quedarme solo (Vicente Carredano)
domingo, 19 de diciembre de 2021
Los serenos duermen de noche (Evaristo Acevedo)
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Felices Navidades a los visitantes de este blog (si la Autoridad lo permite).
viernes, 10 de diciembre de 2021
Los oráculos (Margaret Kennedy)
domingo, 28 de noviembre de 2021
¡Abróchense los cinturones! (Geoffrey Willans)
viernes, 19 de noviembre de 2021
Cadáver en el viento (Robert Portner Koehler)
martes, 9 de noviembre de 2021
Don Clorato de Potasa (Edgar Neville)
sábado, 30 de octubre de 2021
El mundo de lo ultrasensorial (Hans Herlin)
miércoles, 20 de octubre de 2021
Tres sin techo (Jean Duché)
sábado, 9 de octubre de 2021
La cometa y el eco (Mercedes Ballesteros)
viernes, 1 de octubre de 2021
49 españoles en pijama y 1 en camiseta (Evaristo Acevedo)
miércoles, 29 de septiembre de 2021
Catálogo de la colección Áncora y Delfín
lunes, 20 de septiembre de 2021
La ciudad amarilla (Julio Manegat)
sábado, 11 de septiembre de 2021
Nacional II (Jaume Perich)
miércoles, 1 de septiembre de 2021
La última rebelión del teniente Asch (Hans Hellmut Kirst)
viernes, 20 de agosto de 2021
Quinientos millones (Giuseppe Marotta)
miércoles, 11 de agosto de 2021
Al otro lado de la mañana (Francisco Baeza Linares)
martes, 10 de agosto de 2021
Remedios Orad, una humorista muy real
Remedios Orad nació en Madrid el 12 de mayo de 1925. Cursó el bachillerato e inició los estudios de Farmacia, que abandonó para dedicarse a la literatura.
Publicó su primer relato en el semanario Domingo a los 14 años. Escribió más tarde en diversas revistas (Fotos, Dígame, Cú-Cú) hasta que entró a formar parte del grupo de colaboradores de La Codorniz en 1954, permaneciendo ligada al semanario hasta su desaparición. En La Codorniz se especializó en columnas humorísticas con formato de diálogo.
A finales de los años 60 publicó sus columnas en la revista satírica argentina Tío Landrú, y en los años 80 en El Ciervo.
Como novelista, constan en su haber los títulos: Matar a una mujer no es nada fácil, El pobre seductor y El amor es una enfermedad; las dos primeras publicadas por Taurus dentro de la colección de humor El Club de la Sonrisa en los pasados años 50.
Es autora de diversas obras teatrales: Hemos matado a un chino, Señorita: váyase, He venido a robar, Quiero vivir tu vida y ¡Qué salvajes! Por esta última recibió el premio nacional de teatro para autores noveles Calderón de la Barca, en 1953.
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Ésta (o algo parecido) podría ser la reseña que esperaríamos encontrar cuando buscásemos información sobre ella en Internet. Necesariamente breve puesto que no existen demasiados datos sobre su biografía. Sin embargo, por un error arrastrado a partir de una reseña incorrecta, Remedios Orad ha sido invisibilizada, no existe. En efecto, en la entrada de la Wikipedia correspondiente al humorista Jorge Llopis se afirma que “Remedios Orad” es un seudónimo de este autor. Y todas las alusiones que se encuentran en la red repiten este dato falso.
Vamos a aportar a continuación las pruebas que demuestran que Remedios Orad es una escritora real.
A) Testimonios gráficos:
Empezaremos por ponerle rostro.
Encontramos fotografías de esta autora, identificadas con su nombre en el archivo del fotógrafo Santos Yubero, (Archivo Regional de la Comunidad de Madrid). Una de ellas encabeza este artículo.
En el volumen publicado por EDAF en 1999, titulado La Codorniz declara la guerra a Inglaterra (facsímiles de la revista), aparecen asimismo imágenes de la autora. Recuérdese que el semanario abrió hostilidades contra los ingleses en septiembre de 1956, decretándose el armisticio a finales de ese año.
En aquellos hilarantes números que informan del desarrollo de esta incruenta guerra se incluyen algunas imágenes de Remedios Orad, como ésta, en la que aparecen diversos integrantes del ejército de la revista analizando el mapa de operaciones; concretamente se trata de Álvaro de Laiglesia, Enrique Herreros, Sara Montiel, Rafael Azcona, Fernando Perdiguero y Remedios Orad (a la derecha con uniforme blanco).
O ésta, en la que vemos a Remedios dictando instrucciones a la espía Sarita Montiel.
O esta otra, una reunión del Estado Mayor de la Revista, en el cual Remedios se responsabilizaba de las tareas de espionaje.
No me resisto a incluir la chispeante caricatura debida al pincel de Chumy Chumez que Taurus seleccionó para ilustrar los textos de la autora incluidos en su Antología de Humoristas Españoles, de 1957.